Diego Velázquez
Esopo
1639 - 1640
Lienzo. 1,79 x 0,94
Museo del Prado, Madrid.
Salvo la inscripción que acompaña la figura, nada haría pensar, ante este digno mendigo callejero pintado con tan jugoso realismo popular, en el viejo fabulista griego. El lienzo, como su compañero el del filósofo Menipo, pintado con parecida traza, fue realizado para la Torre de la Parada, palacete de caza y recreo en el bosque del Pardo, entre 1639-1640.
La idea de representar a los filósofos antiguos como personajes vulgares y con modelos tomados de la calle no era nueva; lo había hecho antes, quizá con más rudeza, Ribera, y lo seguían haciendo los artistas napolitanos. Velázquez ha puesto aquí (junto a su personal sentido de la nobleza, incluso dentro de lo raído de la figura) su maestría técnica y la pincelada suelta y segura de su estilo más maduro.