Diego Velázquez
Retrato del conde-duque de Olivares
1637 - 1638
Lienzo. 0,67 x 0,54
Museo del Ermitage, San Petersburgo.
El conde-duque de Olivares, personaje retratado en este cuadro del Ermitage, fue valido del rey Felipe IV y durante casi un cuarto de siglo ejerció una ilimitada influencia en el monarca. Resulta tremendamente sorprendente el verismo con el cual Velázquez transmite los principales rasgos del protagonista. La imagen trasluce el carácter severo del conde-duque y simultáneamente pone de manifiesto aspectos que descubren una tenacidad e ingenio poco corrientes. Diversos matices de color modelan el rostro con maestría y desiguales pinceladas realzan la conformación de las facciones. La obra es una acabada muestra del extraordinario realismo alcanzado por el genial artista.