Buda

 
El budismo. El budismo se extendió en un principio por la India, donde fue la religión predominante; más tarde fue desterrado por el antiguo hinduismo hasta desaparecer casi por completo en el siglo XI. Pero la nueva religión se había ya propagado por el Asia central y oriental, al tiempo que evolucionaban sus doctrinas. En una primer momento se desgajó en dos ramas: el Hinayana (Pequeño Vehículo) y el Mahayana (Gran Vehículo). El Hinayana, la forma original, se conservó sobre todo en Sri Lanka, Birmania y Tailandia; el Mahayana se difundió por China y Japón. La religión budista es predominante en Japón; la forma que guarda mayor semejanza con la budismo primitivo es el Zen, que hace hincapié en la meditación y en la vivencia concreta del presente. En Tíbet y Mongolia, el budismo se combinó con las tradiciones locales y dio lugar al lamaísmo. En la actualidad, el budismo cuenta con alrededor de trescientos millones de adeptos, lo que representa un 6,3 % del total de practicantes de todas las religiones. Asentado principalmente en el sudeste asiático, goza del rango de religión de Estado en ciertos países, como Myanmar (antigua Birmania), Laos o Tailandia. El budismo es además la única religión oriental que ha conseguido cierta implantación en los países occidentales, sobre todo a partir de la década de 1960. La invasión del Tíbet por parte del ejército chino en 1959 supuso el exilio del Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano, y la dispersión de la corriente lamaísta por todo el mundo. Aunque el hecho contribuyó a divulgar su forma tibetana en la sociedad occidental, el budismo tradicional ya había contado a menudo con una aceptación admirativa, si bien desde una vertiente más filosófica que religiosa. En la imagen, un monje budista ante una estatua de Buda reclinado en el templo de Suwankhuha, en Tailandia.