Marco Polo
Anotado por Colón. De toda su azarosa existencia es muy probable que sólo escasas o quizá ninguna noticia hubiera llegado hasta nosotros si en 1298 Marco Polo no hubiera caído prisionero de los genoveses en la batalla de Curzola. El hecho es que se encontró compartiendo la prisión con un tal Rustichello de Pisa, modesto hombre de pluma, al que relató su aventurera vida en Asia. Así nació el Libro de las maravillas, también conocido como El descubrimiento del mundo, El libro de las maravillas del mundo o Il milione. Pocas obras habían alcanzado tanto éxito: fue traducido a todas las lenguas, incluso dialectales, y naturalmente al latín. Cuando posteriormente apareció la imprenta se publicaron ediciones en numerosos idiomas. Con este libro se enriquecieron los conocimientos geográficos de los europeos, se les revelaron grandes tesoros y Occidente, a partir de ello, empezó a imaginarse Oriente. Su influencia fue muy grande en navegantes de siglos posteriores, como Vasco da Gama y Cristóbal Colón, que imaginaron rutas alternativas para llegar al Oriente de Marco Polo sin encontrar el obstáculo musulmán. En la imagen, un ejemplar de la obra que perteneció a Cristóbal Colón, y en que pueden observarse los comentarios que de su puño y letra añadió en los márgenes el descubridor de América.