Ludwig van Beethoven
Una infancia difícil. Su padre era tenor en la corte del elector de Colonia y dilapidaba sus magros ingresos en la adquisición de bebidas alcohólicas que consumía con notoria avidez, pero supo ver en su hijo, excepcionalmente dotado, un genio en ciernes capaz de hacer sombra al mismísimo Mozart. Así pues, entre botella y botella se aplicó a la educación del niño prodigio, alternando una extrema severidad con una característica falta de mesura. Beethoven demostró precoces aptitudes musicales que su padre intentó más bien explotar que cultivar. Aun cuando probablemente se haya hablado con exageración de una insoportable dureza paterna. la infancia de Beethoven fue, sin duda, muy distinta de la de Mozart, a quien la clarividente comprensión de su padre procuró una cuidada formación musical. Las contrariedades, la penuria, la soledad y la aspereza del mundo exterior imprimieron ya desde los primeros años sus huellas en el carácter del gran compositor. En la imagen, los padres de Ludwig.