Leo von Klenze
(Bockenem, 1784 - Munich, 1864) Arquitecto alemán. Trabajó con Friedrich Gilly en Berlín y con Charles Percier, Jean Durand y Pierre Fontaine en París. Fue el director de construcciones de Luis de Baviera. Sus obras más características, síntesis de los estilos neoclásico y neobizantino, son, en Munich, la Gliptoteca (1816-1830), los Propileos y la Ruhmeshalle; cerca de Ratisbona, el templo del Walhalla (1831-1842); y, en San Petersburgo, el Museo del Ermitage (1839-1852).
Leo von Klenze
Formado en París, como la mayoría de los arquitectos alemanes, la amistad de Leo von Klenze con Luis I de Baviera fortaleció su posición como arquitecto oficial de la corte bohemia e hizo de él el protagonista de la renovación urbanística de Munich. El primer encargo público que recibió fue la Gliptoteca de Munich (1816), de estilo neoclásico; el rey necesitaba un museo en el que albergar la colección de esculturas de Egina (Grecia) que había adquirido en 1812 y de cuya restauración se ocupó el escultor Bertel Thorvaldsen. La Gliptoteca de Munich es uno de los edificios de estilo neoclásico más destacados de cuantos se han construido en Alemania, además del primero en ser destinado a museo público. Leo von Klenze diseñó un pórtico monumental con ocho columnas jónicas de grandes dimensiones, que sostienen un entablamento coronado por un frontón cuyos relieves decorativos representan las artes; en el interior, una serie de galerías abovedadas confluyen en un patio central.
Leo von Klenze construyó en lo alto de una colina un monumento a los dioses de la mitología germánica: el templo del Walhalla (1831-1842). Se trata de un templo dórico, claramente inspirado en el Partenón de Ictino, situado sobre una sucesión de escalinatas, rampas y terrazas. El orden dórico se utilizaba con frecuencia en esta época por la sensación de fuerza y solidez, que coincidía con la visión del estado que se pretendía transmitir. Mucho más original fue la concepción de los Propileos (1846-1863), destinados a configurar una entrada triunfal a Munich. El pórtico dórico de la fachada aparece flanqueado por dos torres que recuerdan los pilonos egipcios y las construcciones medievales.
Gliptoteca de Munich
Tan interesantes como sus edificios son sus realizaciones urbanísticas, la mayoría también en Munich, entre las que hay que señalar la Königsplatz (Plaza Real) y la Ludwigstrasse. En todas ellas se aprecia una fuerte influencia francesa. La Königsplatz es, en urbanismo, el mejor proyecto de Leo von Klenze. Es de majestuosas proporciones, aunque quizá adolece del defecto de que los edificios que la flanquean están demasiado espaciados, quitando unidad al conjunto. Fuera de Baviera debe destacarse como su principal obra el Museo del Ermitage en San Petersburgo, que le fue encargado por el zar Nicolás I de Rusia, entusiasmado con su labor tras una visita a Munich.
Maestro del neoclasicismo tardío, Leo von Klenze fue decantándose poco a poco hacia un eclecticismo en el que se evidenciaba la huella de la arquitectura toscana; en la concepción de la ciudad ideal se tuvo en cuenta el modelo de la renacentista república de Florencia. Klenze había viajado por Italia acompañando a Luis I, y las preferencias del rey quedaron claras cuando al ampliar el palacio real ordenó construir una réplica del Palacio Pitti de Florencia. La trayectoria arquitectónica de Klenze tiene un marcado paralelismo con la de su condiscípulo Karl Friedrich Schinkel; así como este último llegó a ser el arquitecto predilecto de la corte prusiana en Berlín, Klenze lo fue de la de Baviera, y ambos son considerados, con matices, como los máximos representantes de la arquitectura neoclásica centroeuropea.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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