J. K. Rowling
La piedra filosofal. Tras haber redactado este final que se supone será el definitivo, comenzó a escribir a mano en las mesas del café, con su pequeña hija durmiendo a su lado, la primera entrega de la serie, Harry Potter y la piedra filosofal, que, una vez concluida, hubo de mecanografiar varias veces en una vieja máquina de escribir, pues no tenía dinero siquiera para pagar las fotocopias que le pedían en las editoriales donde quería presentar el original. En varias de ellas rechazaron la obra de Rowling, alegando que se trataba de una novela excesivamente larga para los gustos del público infantil y juvenil, y enriquecida con una carga demasiado densa de valores literarios. Pero la escritora escocesa siguió insistiendo hasta que la editorial Bloomsbury aceptó el original, para editarlo en junio de 1997. Desde entonces, la fama, el éxito y la fortuna personal de Joanne Kathleen Rowling no ha dejado de crecer. A ello contribuyó, sin duda, la rapidez con la que las sucesivas y exitosas entregas de la serie fueron llevadas al cine; se estima que la última, Harry Potter y las reliquias de la muerte, se estrenará en 2010. En la imagen, fotograma de Harry Potter y la piedra filosofal (2001). Dirigida por Chris Columbus y con Daniel Radcliffe en el papel protagonista, la película recaudó 968 millones de dólares.