Wolfgang Amadeus Mozart

 
La rebelión. Sus quejas por desaprovechar el tiempo en una corte demasiado absorbente y de perder oportunidades de conocer a gente muy influyente, entre ellas el propio emperador, no eran muy tenidas en cuenta por su padre. Sin embargo, los acontecimientos se precipitaron tras una disputa con el arzobispo, tras la cual Mozart se estableció definitivamente en Viena. Con esto quedaba claro su nula intención de mantener una relación de práctica servidumbre, propia de los músicos de corte de su época. Para ganarse la vida como músico independiente debía impartir lecciones, conseguir contratos para conciertos por suscripción y mantener una frenética actividad como compositor, amén de la esperanza de conseguir el encargo de una ópera. Todo ello se convirtió en realidad cuando recibió el encargo del emperador José II de componer El rapto del serrallo, según el libreto del singspiel homónimo.