Benjamin Netanyahu
(Tel Aviv, 1949) Político israelí, actual primer ministro de Israel desde 2022, cargo que había ya desempeñado en otros dos periodos: desde 1996 hasta 1999 y desde 2009 hasta 2021. Aunque su infancia transcurrió en Jerusalén, Benjamin Netanyahu se educó principalmente en Estados Unidos, adonde se trasladó con su familia en 1963; tras un paréntesis para servir en el ejército israelí, cursó estudios superiores en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) e inició su trayectoria profesional en Boston. En los años 80, habiendo regresado a Israel, ocupó puestos diplomáticos y fue elegido diputado por el partido derechista Likud, del que se convirtió en presidente en 1993. Netanyahu se opuso abiertamente a los acuerdos de paz firmados en Washington en 1993 por el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, y el entonces primer ministro israelí, Isaac Rabin, que sería asesinado dos años después por un extremista judío.
Benjamin Netanyahu
Vencedor en las elecciones de mayo de 1996, Benjamin Netanyahu sucedió al socialista Shimon Peres como primer ministro de Israel. Durante aquel primer mandato (1996-1999), el proceso de paz con los palestinos, abierto por los acuerdos de 1993 con la concesión de una limitada autonomía palestina sobre los territorios de Gaza y Jericó, experimentó un continuado deterioro: recrudecimiento del hostigamiento terrorista palestino de Hamás y del fundamentalismo islámico de Hezbolá; continuación de los asentamientos judíos en Gaza y de las incursiones de Israel sobre el sur de Líbano.
Derrotado por el laborista Ehud Barak en las elecciones de mayo de 1999, Netanyahu renunció de inmediato a la jefatura de su partido y se retiró transitoriamente de la política. Regresó a la escena gubernamental durante la gestión del primer ministro Ariel Sharon, quien lo nombró ministro de Exteriores en noviembre de 2002 y, en enero de 2003, ministro de Finanzas, cargo al que renunció en agosto de 2005, al empeorar sus relaciones con Sharon debido a la retirada israelí de Gaza. En noviembre de 2005, Ariel Sharon abandonó el Likud y creó una nueva formación política, el partido Kadima. Netanyahu vio fortalecida su influencia en las filas del Likud y actuó como principal líder de la oposición durante el mandato del primer ministro Ehud Olmert, miembro del nuevo partido de Sharon, al que había substituido en enero de 2006 ante un súbito deterioro de su salud.
En las elecciones parlamentarias de febrero de 2009, celebradas tras la renuncia de Olmert (septiembre de 2008), el Likud consiguió 27 escaños, mientras que Kadima obtuvo 28. Ante la imposibilidad de concretar un ejecutivo de concertación entre ambos partidos, el presidente israelí, Shimon Peres, designó a Netanyahu para formar un nuevo gobierno; el histórico líder derechista logró su objetivo (marzo de 2009) gracias al apoyo del partido ultraderechista Yisrael Beiteinu (Israel Nuestra Casa), liderado por Avigdor Lieberman, y del sector mayoritario del Partido Laborista, encabezado por Ehud Barak.
Benjamin Netanyahu inició de este modo un segundo mandato que, gracias a los buenos resultados obtenidos por el Likud en sucesivos comicios, se prolongaría durante doce años (2009-2021). En las elecciones legislativas anticipadas de enero de 2013, la alianza integrada por el Likud y el partido de Lieberman (Likud Yisrael Beiteinu) fue la formación política más votada, lo que permitió a Netanyahu revalidar su cargo de primer ministro. El Likud volvió a imponerse en las elecciones legislativas de marzo de 2015, lo que creó un marco propicio para un nuevo gabinete del líder israelí, y obtuvo también buenos resultados en la triple repetición electoral motivada por la incapacidad de los partidos de formar un nuevo gobierno de coalición (enero de 2019, septiembre de 2019, marzo de 2020) e incluso en las de marzo de 2021, tras las cuales, sin embargo, Netanyahu no logró reeditar la alianza con sus habituales socios de gobierno, y hubo de pasar a la oposición.
Los doce años de su segundo mandato llevaron a una radicalización de posturas que en nada benefició la estabilidad de la región, especialmente a partir de 2015. Netanyahu impulsó la creación de nuevos asentamientos de colonos judíos en tierras de Cisjordania, contraviniendo diversas disposiciones legales internacionales, al tiempo que criticaba el avance de los acuerdos internacionales sobre el proyecto nuclear iraní, que llevarían al primer ministro israelí a discrepar del talante apaciguador de Barack Obama y a confraternizar con Donald Trump, quien, muy significativamente, decidió el traslado de la embajada de Estados Unidos de la ciudad de Tel Aviv a Jerusalén. En el lado palestino, la asunción plena del poder en la Franja de Gaza por parte de la organización fundamentalista y terrorista Hamás contribuyó a un constante intercambio de golpes y a frecuentes incursiones de castigo israelíes como respuesta al lanzamiento de cohetes. En clave interna, las acusaciones de corrupción contra el mismo Netanyahu proliferaron en los últimos años.
El escrutinio de los comicios de noviembre de 2022 fue favorable al Likud y sus aliados y permitió, tras arduas negociaciones, el retorno al poder de Netanyahu, al frente de una coalición con cinco fuerzas parlamentarias. Una cuestión sumamente polémica enmarañó su gabinete desde el principio: en enero de 2023, el Tribunal Supremo invalidó el nombramiento del ministro del Interior y de Sanidad al haber sido condenado por corrupción y fraude fiscal. Los partidos de la coalición reaccionaron votando en el parlamento la denominada “Ley Dery”, por la que se autorizaba a una persona condenada por un delito a formar parte de un gobierno. Como respuesta a esta reforma, que facultaba al parlamento para ignorar decisiones de la Corte Suprema y suponía de facto la anulación del poder judicial, estallaron multitudinarios movimientos de protesta que obligaron a aplazar el proyecto.
El 7 de octubre de 2023, un gravísimo suceso sacudió el país: miles de milicianos de Hamás penetraron en el sur de Israel desde la Franja de Gaza sembrando el terror en las poblaciones israelíes cercanas; la incursión se cerró con más de mil trescientos asesinados, además de varios centenares de secuestrados. A la tremenda conmoción inicial siguió una lluvia de críticas a la incompetencia de los servicios secretos y del gobierno de Netanyahu por su incapacidad de prever un ataque de tal magnitud. El 12 de octubre, Netanyahu formó un Gobierno de emergencia y unidad con líderes de la oposición, desde el que ordenó al ejército israelí la penetración en la Franja con el objetivo de exterminar a los milicianos de Hamás y destruir todas sus infraestructuras logísticas y militares.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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