José Luis López Vázquez

(Madrid, 1922 - 2009) Actor español de dilatada trayectoria profesional. Totalmente alejado del prototipo del galán, supo mantenerse en activo década tras década gracias a su sabiduría interpretativa, aunque no dispuso de muchas ocasiones para demostrar su valía. En los años 70 participó en comedias de escaso valor que aprovechaban la apertura de la censura y mostraban con un humor zafio la actitud sexual de los españoles; de ahí quedó la imagen típica de un López Vázquez enfadado y gesticulante. Es uno de los actores más prodigados en la historia del cine español: trabajó casi ininterrumpidamente desde el año 1953, participando a menudo en varias películas al año, hasta llegar a acumular los más de 220 títulos que componen su filmografía.


José Luis López Vázquez

José Luis López Vázquez entró en el cine como figurinista y diseñó los vestuarios de algunas películas, realizando al mismo tiempo ciertas actuaciones en el teatro. Su encuentro con Luis Escobar, director del Teatro María Guerrero, propició su debut profesional y su inclusión en el elenco de la compañía. En 1955 alcanzó su primer éxito en los escenarios con Una muchachita de Valladolid, con la compañía de Alberto Closas.

En el cine, en cambio, pese a un comienzo notable en Esa pareja feliz (1951), de Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem, todo apuntaba a una trayectoria de actor de reparto, dadas sus características físicas; su talento le posibilitó la participación en muchas películas, convertido en figura habitual del friso costumbrista desplegado por la mejor (El pisito, Atraco a las tres) y la peor comedia española. Rodó con todo títulos notables, como Plácido (1961) o El verdugo (1963). Fue Carlos Saura quien lo sacó de esa especie de atolladero interpretativo al ofrecerle el papel protagonista de Peppermint frappé (1967, con Geraldine Chaplin y Alfredo Mayo). A partir de entonces continuó su intenso trabajo habitual (rodó hasta doce películas en un solo año), pero cada vez en un cine de mayor calidad, con memorables composiciones.

En 1972 realizó una impresionante interpretación en el recordado cortometraje de Antonio Mercero La cabina, que mereció un Emmy. Dentro de una tan vasta filmografía, es casi imposible citar todos los títulos destacados; algunos de ellos son La prima Angélica (1973), La escopeta nacional (1978), La vaquilla (1985) y Soldadito español (1988). Una fuente de papeles memorables fueron las adaptaciones cinematográficas de obras literarias: con Antonio Drove rodó La verdad sobre el caso Savolta (1979), basada en la obra de Eduardo Mendoza; Mario Camus lo dirigió en su versión de La colmena (1982), de Camilo José Cela; y bajo la batuta de Pedro Olea participó en El maestro de esgrima (1992), según la novela de Arturo Pérez-Reverte.

Ya en los 90 trabajó para la televisión e intervino en películas como El largo invierno (1992), Todos a la cárcel (1993) y Memorias del ángel caído (1997). En sus últimos años vio premiadas tanto su trayectoria teatral (con el Premio Nacional de Teatro, que recibió en 2002) como su carrera cinematográfica, por la que mereció en 2005 el Goya honorífico.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].