Lisias
(Atenas, c. 440 - c. 380 a.C.) Orador ateniense. Estudió retórica en Turios (Magna Grecia), y luego volvió a Atenas, donde se dedicó a la enseñanza. Perseguido por el gobierno oligárquico de los Treinta Tiranos, que condenó a muerte a su hermano Polemarco, se refugió en Megara, desde donde apoyó el restablecimiento de la constitución democrática. De regreso en Atenas, se dedicó a la logografía, y denunció en los tribunales a Eratóstenes, uno de los Treinta Tiranos; en el alegato Contra Eratóstenes, su pieza maestra, describe el terror que reinaba entonces en la ciudad. Existen otros discursos de Lisias (Por la constitución, 403; Olímpica, 388) que muestran su elocuencia sobria, y por los que ha sido considerado como el máximo exponente del aticismo, en contraposición a los estilos más rebuscados de Antifonte o de Isócrates.
Lisias
Lisias era hijo de Céfalo, un rico fabricante de escudos que había dejado Siracusa a instancias de Pericles para instalarse en Atenas, donde hizo fortuna; en la casa de Céfalo sitúa Platón su diálogo La República. Tras la muerte de su padre, cuando contaba dieciséis años, Lisias se trasladó junto con su hermano Polemarco a la recién fundada colonia griega de Turios, en la Italia Meridional, donde recibió formación retórica como discípulo de Tisias.
Después de la derrota ateniense en Sicilia, regresó en el año 413 a.C. a Atenas, donde se dedicó a ejercer y enseñar como maestro de retórica. Cuando el gobierno de los Treinta Tiranos ejecutó a su hermano y se apoderó de su fortuna, Lisias hubo de huir a Megara; desde allí apoyó la restauración democrática de Trasíbulo.
De nuevo en Atenas, se dedicó a redactar discursos jurídicos para terceros, labor que le dio gran fama. De la oratoria de Lisias cabe destacar, precisamente, su capacidad para adaptar la alocución al carácter y condición del cliente que iba a pronunciarlo personalmente. Su discurso En defensa del inválido, en el que un pobre hombre defiende ante el tribunal con astucia y humor la conservación de un subsidio, figura entre los mejores que escribió; cabe destacar también Contra Diogitón, Sobre el olivo sagrado y Contra Agorato.
Los antiguos conocieron 425 discursos de Lisias, de los cuales sólo 233, según Dionisio de Halicarnaso, eran auténticos. De ellos han llegado hasta nuestros días tres discursos incompletos y treinta y un discursos completos, que constituyen el llamado Corpus lysianum. La gran mayoría son discursos jurídicos y sólo el llamado Contra Eratóstenes, en el que pide castigo para el asesino de su hermano Polemarco, fue pronunciado por el propio Lisias. Gran parte del valor de sus discursos radica en que puede recogerse en ellos una impresión directa de las circunstancias de la vida en la Atenas de la época.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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