Alonso de Fonseca

(También llamado Alonso I de Fonseca o Alonso de Fonseca el Viejo; Toro, 1418 - Coca, 1473) Eclesiástico castellano. Fue capellán mayor del futuro Enrique IV. Obispo de Ávila (1445) y arzobispo de Sevilla (1453), unió en matrimonio a Enrique IV con Juana de Portugal y desempeñó un papel preponderante en las luchas civiles castellanas.

Señor de Coca y Alaejos (Valladolid), patrimonio que había sido concedido por Juan II de Castilla a la familia de los Fonseca, Alonso de Fonseca fue arcediano en la iglesia de Santiago de Compostela y capellán mayor del infante Enrique (el futuro Enrique IV de Castilla). Hacia 1440 fue nombrado primero abad de Valladolid y luego deán de Zamora; un rápido ascenso en la jerarquía eclesiástica lo elevó a obispo de Ávila (1445) y culminó con el arzobispado de Sevilla (1453).

Alonso de Fonseca sirvió de emisario entre el condestable de Castilla, Álvaro de Luna, y el marqués de Villena, Juan Pacheco, a quien debía proponer un reparto del gobierno de Castilla. Cuando en 1460 falleció el arzobispo de Santiago de Compostela, Rodrigo de Luna, Alonso de Fonseca favoreció el nombramiento como nuevo arzobispo de Santiago de su sobrino Alonso de Fonseca y Acevedo (también llamado Alonso II de Fonseca), que era por entonces deán de la catedral de Sevilla. Sin embargo, ese mismo año ocupó él mismo la diócesis de Santiago de Compostela, que como consecuencia de las revueltas habidas en Galicia había permutado por la de Sevilla con su sobrino, hasta que en 1463 regresó a la originaria por disposición del papa Pío II.

En el transcurso de la guerra civil castellana se mostró partidario, al principio, del rey Enrique IV de Castilla, pero las intrigas fraguadas por el marqués de Villena le enemistaron con el rey, tras lo cual pasó a dirigir el bando de su hermanastro, el príncipe Alfonso. Participó en la constitución de la Liga de Burgos (1464) y en la llamada Farsa de Ávila (1465), y finalmente actuó como intermediario entre Enrique IV y el príncipe Alfonso en Madrid y Coca. Tras la muerte en 1468 del príncipe Alfonso, regresó a la Corte de Enrique IV, a favor del cual intervino en las negociaciones del Pacto de los Toros de Guisando (Ávila, 1468), donde se declaró como heredera de Enrique IV a su hija Isabel (la futura Isabel la Católica), a la que Alonso de Fonseca juró fidelidad.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].