Juan de Arguijo
(Sevilla, 1567 - id., 1622) Poeta y mecenas español vinculado a Fernando de Herrera y a la tendencia clasicista de la escuela sevillana del siglo XVII. Descendiente de una familia noble y de gran fortuna, adquirida en el comercio de Indias, se casó muy joven con Sebastiana Pérez de Guzmán, que llevó como dote 5.000 ducados de oro. Juan de Arguijo dedicó su cuantiosa fortuna a promocionar a artistas y literatos en un intento de igualar a los grandes mecenas de la época renacentista. En torno a su figura se desarrolló uno de los centros más activos de la vida literaria de su ciudad natal en la época barroca. El mismo Arguijo, que fue regidor del Concejo de Sevilla y procurador en las Cortes de 1598, tuvo una amplia formación humanística; estudió a los autores clásicos y mantuvo amistad con Lope de Vega, Góngora y los Argensola.
Su producción poética más importante es el conjunto de sesenta y siete sonetos firmados con el pseudónimo Arcicio y publicados en 1605 en el volumen Poesías, entre los que pueden citarse A Baco, A Troya, A Lucrecia, Psiquis a Cupido, A Casandra, Apolo a Dafne, A Rómulo y A Julio César mirando la cabeza de Pompeyo. En ellos trata temas de historia y mitología grecorromana con perfección formal y dominio técnico, aunque en un tono frío y cargado de retórica clásica; Arguijo elige el episodio culminante de cada historia y lo recrea de forma descriptiva, transponiéndolo en ocasiones al momento en que vive con una intencionalidad moralista.
En algunos casos el asunto mitológico sirve para transmitir los sentimientos del poeta, pero en general se centra en la relato del mito en sí mismo. Otros sonetos suyos tratan temas filosóficos y morales, como Al tiempo, Las Estaciones o La Avaricia. Además de sonetos, escribió una silva titulada A la vihuela. Logró fama como sonetista y fue elogiado por autores como Lope de Vega (quien le dedicó su composición La hermosura de Angélica), Francisco de Medina, Rodrigo Caro (que lo retrató en su obra Varones insignes en letras de Sevilla) y Lorenzo Gracián.
En la última etapa de su vida, con su fortuna mermada, abandonó su faceta poética y se dedicó a la prosa. Publicó una Relación de las fiestas de toros y cañas en Sevilla (1617) y unas Cartas también apreciadas por Lope de Vega, y a partir de 1619 compiló narraciones extraídas de la tertulia que tenía lugar en su residencia bajo el título Cuentos muy mal escritos que notó Don Juan de Arguijo. Juan de Arguijo es una de las últimas figuras sobresalientes de la primera generación de la escuela barroca sevillana. La severidad de sus poesías, de corte herreriano, no tuvo seguidores, ya que el ambiente poético de su época se decantó por la tendencia renovadora culteranista inaugurada por Góngora.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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