Parlamento y gobierno en una Alemania reorganizada
Publicada en los primeros meses de 1918, la idea fundamental de esta obra del sociólogo alemán Max Weber es la necesidad de una transformación de la constitución política del Imperio germánico en un sentido democrático y parlamentario.
Bismarck, al no tolerar a su alrededor cerebros razonadores y "políticos", se había propuesto dar al Imperio una estructura constitucional que hiciese políticamente ineficaz el Parlamento e imposible una influencia de los partidos. La consecuencia de semejante estrategia había sido la completa deseducación política del pueblo alemán, lo cual había de resultar funesto al faltar un político capaz de llevar él solo las riendas del gobierno.
Max Weber
A la larga, la ausencia de "cerebros políticos" determina inevitablemente la sucesión de funcionarios administrativos (burócratas) de gran capacidad profesional y técnica, pero de nula capacidad política. La atribución de funciones políticas a simples funcionarios incapaces de ejercerlas provoca, además, la intervención del soberano (que a menudo no es un político) en los asuntos exteriores, favorecido por burócratas que, exentos de responsabilidad, gobiernan escudados en la responsabilidad del monarca.
Podrían evitarse estas consecuencias, dice Weber, si el Parlamento controlara la obra del gobierno y si los dirigentes de éste estuvieran obligados a responder ante aquél. Por esto es necesario que el pueblo se eduque políticamente mediante las luchas de partido, y que los hombres de gobierno puedan expresarse libremente en el seno del mismo Parlamento. Al enjuiciar a un político hay que tener presente, en primer lugar, su capacidad como tal; la ascensión al poder del político más hábil y astuto es siempre preferible a la subida del burócrata, más manejable y aquiescente a las órdenes del superior.
Los sistemas cesáreos, por otra parte, crean siempre un grave problema: el de la sucesión. En tal momento se manifiesta la gran utilidad de un Parlamento que mantenga la continuidad política y las garantías constitucionales dentro del orden civil. El último capítulo de la obra se propone demostrar la viabilidad del sistema parlamentario en un Estado federal como era Alemania en 1917.
Este libro, verdaderamente atrevido si se tiene en cuenta que fue escrito en una Alemania en guerra, trasciende del ámbito del problema contingente para ascender a las esferas de la doctrina y de los principios; para el estudio del fenómeno burocrático, la fenomenología trazada por Weber puede estimarse definitiva. El pesimismo del momento, sin embargo, impidió al autor divisar en toda su plenitud la función de la burocracia como término de una dialéctica estatal, en la que la burocracia representa una letra que exige en todo momento ser animada por la idea política.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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