Pierre y Marie Curie
La radiactividad. En 1897 Marie Curie se dispuso a preparar su tesis doctoral. El tema escogido era tan apasionante como difícil: las radiaciones de naturaleza desconocida emitidas por el uranio, recientemente observadas por el físico francés Henri Becquerel. Con ayuda de su marido, experto en mineralogía, Marie abordó el estudio del fenómeno. Primero descubrió que los compuestos de otro elemento, el torio, también emitían rayos como los del uranio. Además, en ambos casos la radiactividad era mucho más fuerte de lo que podía atribuirse a la cantidad de torio y uranio contenida en los productos examinados. ¿De dónde provenía esa radiación anormal? ¿Había una sustancia mucho más radiactiva que el uranio y el torio? Marie había trabajado con todos los elementos químicos conocidos, por lo que esa sustancia había de ser un elemento nuevo. Las arduas investigaciones los llevaron al descubrimiento no de uno sino dos nuevos elementos: el polonio, bautizado así en honor de la patria de Marie, y el radio. En la imagen, Pierre y Marie Curie en su laboratorio.