Simeón II de Bulgaria
(Sofía, 1937) Último zar de Bulgaria (1943-1946) que, tras un largo exilio, regresó a su país y venció con su formación en las elecciones de 2001, llegando a ocupar el cargo de primer ministro entre 2001 y 2005.
Simeón Borisov de Sajonia-Coburgo y Gotha nació en Sofía el 16 de junio de 1937, segundo hijo del zar Boris III, jefe de una dinastía de origen alemán impuesta por Bismarck en 1887, y de la reina Juana (Giovanna de Saboya), hija del rey Víctor Manuel III de Italia. Desde su nacimiento, Simeón fue proclamado duque de Sajonia y príncipe de Tarnovo, heredero del trono.
Tenía seis años cuando su padre murió en circunstancias poco claras, el 28 de agosto de 1943, tras regresar a Sofía desde Berlín, donde había sido convocado perentoriamente por Hitler. Bulgaria se había adherido al pacto del Eje (Alemania, Italia y Japón), con la esperanza de conseguir una revisión de las fronteras, pero a condición de no participar en la campaña contra Rusia en 1941. No obstante, la Casa Real y en general el pueblo búlgaro lograron impedir la deportación y el exterminio de los judíos.
Un joven rey hacia el exilio
De acuerdo con las previsiones sucesorias, el príncipe heredero fue proclamado rey con el nombre de Simeón II y el poder recayó en un Consejo de Regencia tripartito dirigido por el príncipe Kyril, hermano del monarca fallecido.
Pero tras la liberación del país por las tropas soviéticas y la toma del poder por los comunistas, el 9 de septiembre de 1944, la situación cambió radicalmente. Los principales políticos monárquicos y los dignatarios reales, incluidos los miembros de la regencia, fueron eliminados y algunos de ellos ejecutados tras juicios sumarísimos. El 18 de noviembre de 1945 el Frente Patriótico, dirigido por los comunistas, obtuvo la mayoría absoluta en unas elecciones amañadas, y la monarquía fue abolida en un simulacro de referéndum el 8 de septiembre de 1946.
Simeón II de Bulgaria ante una imagen
de su padre, el zar Boris III
Tras proclamarse la república popular el 15 de septiembre, y aunque no abdicó oficialmente, Simeón y su madre, la reina Juana, acompañados por su hermana mayor, la princesa María Luisa, duquesa de Sajonia, y su tía paterna, la princesa Eudoxia, abandonaron Sofía y se dirigieron a Estambul, donde comenzaron un largo exilio. La familia real se instaló poco después en Alejandría, Egipto, donde también se encontraba Víctor Manuel III, y Simeón estudió en el Victoria College, en el que tuvo por compañero de clase a Hussein de Jordania.
En España, tras obtener asilo por parte del régimen del general Franco, los Sajonia-Coburgo fijaron definitivamente su residencia en Madrid, donde Simeón estudió el bachillerato en el Liceo Francés y se graduó en 1957. Al cumplir la mayoría de edad, en 1955, dirigió al pueblo búlgaro una proclamación en la que reafirmaba sus derechos dinásticos, declaraba su fidelidad a la Constitución de Tarnovo y expresaba su designio de restaurar «las instituciones libres» en el país.
Simeón recibió instrucción militar, bajo identidad encubierta, en Estados Unidos (1958-1959), en la academia de Valley Forge de Wayne, Pensilvania, y siguió varios cursos de administración de empresas antes de iniciar una exitosa carrera en el mundo empresarial. El 20 de enero de 1962 contrajo matrimonio en Lausana con la aristócrata española Margarita Gómez-Acebo y Cejuela.
Durante veinte años, coincidiendo con el proceso de desarrollo económico en España, fue consejero de varias empresas, vinculado a la Banca Lazard, y ejerció como presidente de la filial española de Thomson Consumer Electronic. Sus adversarios critican que sus negocios prosperaran en Sudáfrica durante el régimen del apartheid. De la misma época data su amistad con el entonces príncipe de España, el futuro rey Juan Carlos I.
Camino del retorno
Tras la caída del régimen comunista (1989), Simeón volvió por vez primera a su país el 25 de mayo de 1996, acompañado por su esposa, y fue recibido en Sofía por más de medio millón de personas, si bien las encuestas aseguraban que el 70% de los ciudadanos se oponía a la restauración de la monarquía. No obstante, durante los últimos doce años, el ex soberano recibió a más de 4.000 compatriotas en su residencia madrileña y mantuvo en funciones un círculo de consejeros.
En el marco del proceso legislativo de restitución de los bienes nacionalizados o confiscados por los comunistas después de 1944, promovido por la Unión de Fuerzas Democráticas (UFD) al recuperar el poder en 1997, el Tribunal Constitucional, por una sentencia de 4 de junio de 1998, ordenó la entrega a la Casa Real de las propiedades y cuentas que le fueron arrebatadas en 1946. Pero las aspiraciones restauradoras sufrieron un duro revés cuando el mismo tribunal falló en contra de la demanda para invalidar el referéndum abolitorio de 1946.
La grave crisis económica, cuya responsabilidad minaba la popularidad de las dos principales fuerzas políticas, incitó a Simeón a entrar en liza. «La pobreza de los búlgaros y la apatía política creciente me han forzado a intervenir en política», declaró.
Luego de que el Tribunal Constitucional denegara su candidatura a la presidencia de la república, por residir fuera del país, regresó definitivamente a Sofía en abril de 2001 y creó el Movimiento Nacional Simeón II (MNS II) para participar en la vida política con un programa centrado en la consecución de «cambios rápidos y fundamentales» (en 800 días) para promover «un crecimiento estable y duradero», que abriera el camino para la prosperidad y la incorporación a la Unión Europea, sin olvidar el combate implacable contra la corrupción. Simeón relegó la restauración de la monarquía en la lista de prioridades, «por no ser una cuestión de actualidad», pero sin abdicar de sus derechos dinásticos.
En las elecciones legislativas del 17 de junio de 2001, el MNS II obtuvo el 43,05 % de los sufragios y 120 de los 240 escaños de la Asamblea Nacional, quedando a un solo escaño de la mayoría absoluta y derrotando por amplia mayoría a la Unión de Fuerzas Democráticas (18,24 % de los sufragios) y al Partido Socialista (17,35 %).
Aunque el ex rey no figuraba en la lista de diputados, dada su reticencia a ocupar la primera línea del combate, aceptó el cargo de primer ministro y suscribió un acuerdo de coalición con el líder de la minoría turca, Ahmed Dogan, cuyo partido aportó 21 diputados al nuevo bloque gubernamental. Este desenlace mitigó el exotismo político de la experiencia y se produjo después de que Simeón tratara en vano de encontrar entre sus seguidores una personalidad capaz de asumir la ardua tarea de gobernar un país postrado en la crisis económica y la apatía política.
En realidad, sólo Simeón era capaz de dar coherencia, credibilidad y estabilidad a un movimiento heteróclito, creado sobre la marcha, que asumía la responsabilidad histórica de mejorar la imagen internacional de Bulgaria y sacarla del marasmo y del atraso con respecto a los otros países del ex bloque comunista. Designado primer ministro por el presidente de la república el 13 de julio, Simeón fue investido por la Asamblea Nacional el 24 de julio con 141 votos a favor, 50 en contra y 46 abstenciones. Formó un gobierno en el que los principales ministerios quedaron en manos de jóvenes tecnócratas bien relacionados con los centros del poder económico mundial.
Simeón de Bulgaria se parece físicamente a su abuelo, el rey Fernando, a quien el pueblo llamaba el Zorro. El ex soberano y su esposa española tienen cinco hijos, todos ellos nacidos en Madrid, y que no hablan el búlgaro: Kardam (1963), príncipe de Tarnovo; Kyril (1964), príncipe de Preslav; Kubrat (1965); Konstantin (1967) y Kalina (1972).
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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