Gustav Friedrich von Schmoller
(Heilbronn, 1838 - Bad Harzburg, 1917) Economista alemán. Representante de la escuela historicista, adoptó el método histórico-descriptivo y empírico en el análisis de las políticas económicas. Ocupó una importante cátedra en la Universidad de Berlín, desde la cual ejerció una notable influencia sobre el mundo académico alemán en los últimos años del siglo XIX. Furibundo enemigo de las escuelas clásica, neoclásica y marxista, formó parte, junto con Adolf Wagner, Lujo Brentano, Werner Sombart y otros, del grupo de economistas que algunos pensadores liberales denominaron despectivamente «socialistas de cátedra» por sus ideas relativas a la reforma social. Tras su muerte, la escuela historicista y su influencia fueron declinando paulatinamente.
Gustav von Schmoller
Hijo de un funcionario público de Württemberg, llevó a cabo estudios de Staatswissenschaften, una combinación de económicas, historia y ciencia administrativa, en la Universidad de Tubinga. Tras finalizar su carrera universitaria ocupó, por un breve periodo de tiempo, un puesto en el departamento de finanzas de la administración de Württemberg. Sin embargo, atraído por el mundo académico, trabajó para obtener una plaza como profesor universitario. En el año 1864 logró hacerse con una cátedra en la Universidad de Halle, puesto que ocupó hasta el año 1872.
El prestigio alcanzado por su brillante pensamiento económico le dio, en ese mismo año, la oportunidad de impartir clases en la Universidad de Estrasburgo, donde permaneció durante toda una década. En 1882 dio el paso más importante en su carrera profesional al trasladarse a Berlín para enseñar economía en la universidad de la ciudad. Desde su cátedra se convirtió en una de las figuras más influyentes del mundo universitario alemán; se llegó a decir que Schmoller controlaba todos y cada uno de los puestos y ascensos académicos de la universidad alemana.
En esta época berlinesa, como se ha señalado, formaba ya parte del grupo de pensadores al que los liberales calificaban, despectivamente, de Kathedersozialisten ('socialistas de cátedra'). Para poder desarrollar sus ideas en un foro de discusión mucho más amplio creó en 1872, junto a otros pensadores, el Verein für Socialpolitik ('Unión para la política social'), del que fue durante un largo periodo su máximo dirigente.
Este grupo estaba formado, principalmente, por intelectuales tradicionalistas y conservadores que defendían un peculiar corporativismo en el que se unirían al estado la industria y los trabajadores. La Unión era vista con recelo tanto por los círculos liberales como por los partidarios del socialismo y del marxismo. Los marxistas consideraban al grupo de Schmoller un arma más del estado y de la burguesía para oprimir y controlar a los trabajadores bajo falsas promesas de reforma social. Los hechos les daban en cierto modo la razón, puesto que el Verein rara vez se oponía a las políticas económicas imperiales, y éstas no eran especialmente revolucionarias.
El poder que adquirió Schmoller no se reducía al ámbito de la economía, sino que trató por todos los medios de hacerse con amplias parcelas de influencia en otros ámbitos de las ciencias sociales. En este sentido, su objetivo principal fue intentar reorganizar las investigaciones a través de un cambio en el método utilizado hasta entonces. Como líder de la escuela historicista, solía atacar frontalmente los métodos aplicados por las escuelas clásica y neoclásica, en los que predominaba la abstracción axiomático-deductiva.
En el ámbito de esta oposición fue donde nació una de la discusiones intelectuales más importantes del siglo XIX en Alemania, la conocida como Methodenstreit ('Lucha sobre el método'). La confrontación se desarrolló entre los partidarios del método inductivo y aquellos que abogaban por el método deductivo. El origen de la discusión fue el ataque que realizó Carl Menger a las teorías de Schmoller, al afirmar que se debían aplicar los métodos exactos de las ciencias naturales y lo abstracto del razonamiento lógico al análisis de la política económica. La confrontación ocupó a dos generaciones de economistas alemanes y produjo una ingente literatura al respecto, sin otro resultado aparente que la derrota de Schmoller.
A pesar de ello el poder de éste no se resintió lo más mínimo, y clara muestra de ello fue que continuó manteniendo alejadas de las aulas alemanas las propuestas clásicas y neoclásicas. La lucha entre ambos bandos fue un tanto peregrina, ya que tampoco Schmoller renegaba por completo del uso de la deducción en la aplicación del método inductivo. Su mayor interés era acabar con las abstracciones en la política económica, puesto que creía que ésta debía consolidarse a través de una base empírica. En esa misma época ya comenzó a defender la necesidad de un análisis multidisciplinar que permitiese conocer para cada materia sus aspectos psicológicos, sociológicos y filosóficos. En el año 1887 pasó a formar parte de la Academia de las Ciencias Alemanas, lo que le supuso una mayor influencia.
En el tránsito entre los siglos XIX y XX, Schmoller centró su interés en el estudio del mercantilismo. A través de un minucioso análisis, llegó a la conclusión de que su aparición en el mundo económico estaba ligada al proceso de formación del estado y de la economía nacional. Hizo un estudio historicista del mercantilismo a partir de la aparición de las primeras medidas económicas de este tipo en la Alemania de los siglos XVII y XVIII. Llegó a afirmar que tales medidas eran consecuencia de la falta de centralización de un estado nacional y del poder que mantenía, en esa época, el individualismo feudal de carácter localista.
En su análisis quedaba muy clara la influencia que había tenido en su vida la educación prusiana, ya que veía en los príncipes prusianos el paradigma de monarca perfecto. Schmoller aseguraba que sólo una monarquía fuertemente centralizada era capaz de crear grandes territorios económicos que diesen como resultado la aparición de estados nacionales. Pensaba que los estados debían imitar el aparato burocrático prusiano como medio de asentar el poder sobre las clases trabajadoras. Para él, este hecho era una de las circunstancias más importantes en el devenir de la historia de Alemania.
A pesar de este pensamiento, claramente tradicionalista y conservador, Schmoller tenía ideas progresistas de reforma y justicia social. En su opinión, el estado debía aplicar una política económica y social paternalista, centrada especialmente en la ampliación de las bases culturales y materiales de las clases trabajadoras. Confiaba plenamente en que la adopción de esas medidas evitaría cualquier tipo de revolución social. Su teoría sobre la justicia y la reforma social le enfrentó con los pensadores marxistas, con el liberalismo de la escuela de Manchester y con los sectores más reaccionarios del estado alemán; prueba de ello fue su polémica con el historiador Hienrich von Treitschke.
Su presencia en el mundo editorial fue ciertamente importante al participar como editor o coeditor en numerosas publicaciones, como Staats und sozialwissenschaftliche Forschung y Jahrbuch für Gesetzgebung, Verwaltung und Volkswirtschaft im Deutschen Reich (1881, más tarde conocida simplemente con el nombre de Schmollers Jahrbuch). Entre los estudios que publicó destaca por encima del resto el titulado Grundriss der allgemeinen Volkswirtschaftslehre ('Principios de teoría económica general', 1900-1904), en el que, sorprendentemente, coincidía en algunos postulados con el pensamiento neoclásico.
La importancia de Schmoller fue tal en el mundo académico alemán que logró que se le nombrase historiador oficial de Brandeburgo y de Prusia. En el desempeño de estos puestos se encargó de la supervisión de la edición del Acta Borussica y del Forschungen zur brandenburgischen und preussischen Geschichte. En el año 1879 publicó un estudio histórico sobre el gremio de tejedores de Estrasburgo y sobre los gremios de Brandeburgo y Prusia durante los siglos XVII y XVIII.
También llevó a cabo este tipo de análisis sobre la industria prusiana de la seda en el siglo XVIII; sobre la política financiera (1898); sobre la historia de las ciudades germanas (1900); acerca de la historia y formación de clases sociales (1904); y en torno al desarrollo de la lucha de clases (1908). Otras obras suyas son Sobre la historia de la pequeña industria alemana en el siglo XIX (1870), La idea de la justicia en la política económica (1881), Historia social e industrial (1890), El sistema mercantil y su importancia histórica (1897) y Sobre los conflictos de clase en general (1914).
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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