Frederick Chapman Robbins
(Auburn, 1916 - Cleveland, 2003) Médico norteamericano. Formado en la Universidad de Harvard, durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en el cuerpo médico militar. En 1948 trabajó en el Hospital Infantil de Boston y desde 1952 ejerció como profesor de pediatría en la Universidad de Cleveland. Por sus experimentos en cultivos del virus de la poliomielitis le fue concedido en 1954 el premio Nobel de Fisiología y Medicina, galardón que compartió con John Enders y Thomas Weller. La labor de los tres investigadores posibilitó el desarrollo de vacunas contra esta enfermedad, la primera de las cuales fue obtenida por Jonas Salk en 1952.
Frederick C. Robbins
Licenciado por la Universidad de Missouri en 1936, Frederick Robbins sirvió en el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Finalizada la contienda, Robbins se incorporó al laboratorio del Hospital Infantil de Boston, y desde 1947 formó parte de la División de Investigación de Enfermedades Infecciosas, que dirigía a la sazón el bacteriólogo John Franklin Enders y en el que trabajaba, entre otros médicos y científicos, el virólogo Thomas Huckle Weller.
El principal desafío al que se enfrentaban Robbins y los investigadores de la División era desarrollar cultivos en los que los virus pudiesen crecer y reproducirse y ser objeto de estudio y experimentación, cosa aún no lograda entonces. Sus primeras investigaciones se dirigieron hacia un virus que causaba diarrea, pero a partir de 1947 se centraron en el estudio del virus de la poliomielitis, enfermedad infecciosa conocida vulgarmente como polio que afecta a los niños causándoles atrofias o parálisis musculares. Después de penetrar en el cuerpo humano por la nariz o por la boca, el virus de la polio se multiplica rápidamente y suele atacar las células nerviosas que controlan los músculos. Las epidemias de polio sufridas durante la década de 1940 habían afectado a muchos niños, y el miedo a contraer esta enfermedad contagiosa era constante y generalizado.
Cuando Robbins comenzó sus investigaciones, los científicos pensaban que el virus de la polio sólo podía crecer en células nerviosas. Sin embargo, Robbins y sus colegas desarrollaron cultivos celulares basados en tejidos de ratones y seres humanos que mejoraron considerablemente los experimentos realizados por investigadores anteriores. En 1948 el equipo consiguió cultivar este virus en células humanas que no provenían del sistema nervioso. Empleando la penicilina y otros antibióticos que habían sido desarrollados hacía poco tiempo, los científicos lograron evitar que las bacterias contaminaran los cultivos de virus, evitando así un problema que habían sufrido los investigadores anteriormente.
Este nuevo método para cultivar virus de la polio en muchos tipos diferentes de tejidos celulares facilitó extraordinariamente la investigación y abrió el camino para que el médico y epidemiólogo estadounidense Jonas Salk y el virólogo de la misma nacionalidad Albert Sabin desarrollaran las primeras vacunas contra la polio. Actualmente, la polio ha dejado de ser un grave problema de salud en los países desarrollados.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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