Juan de Palafox y Mendoza
(Fitero, 1600 - Burgo de Osma, 1659) Eclesiástico, escritor y administrador colonial español. Obispo de Puebla de los Ángeles, en 1642 desempeñó durante unos meses los cargos de virrey y arzobispo de México; durante su mandato reformó los estudios universitarios. De nuevo obispo de Puebla, tuvo enfrentamientos con los jesuitas por cuestiones de jurisdicción eclesiástica. Al volver a España (1649) ocupó el obispado de Osma. Fue autor, entre otras obras, de Sitio y socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638 (1639), escrita a instancias de Felipe IV.
Juan de Palafox y Mendoza
Juan de Palafox era hijo natural de Jaime Palafox y Mendoza, marqués de Ariza. Abandonado por su progenitor, se ocupó de él un campesino vasallo de la familia hasta que, al cumplir los diez años de edad, fue reconocido por el marqués. Ingresó en el colegio de San Gaudioso de Tarazona (Zaragoza) y, posteriormente, fue alumno de las universidades de Huesca, Alcalá de Henares y Salamanca, por la que se doctoró en leyes.
El joven Palafox destacó en las Cortes de Monzón de 1626 como diputado de la nobleza; ese mismo año accedió a la plaza de fiscal del Consejo de Guerra, cargo con el que pasó tres años después al Consejo de Indias. Se ordenó sacerdote, realizó algunos viajes por Europa en calidad de capellán personal de María de Austria, hermana de Felipe IV, y en 1639 fue preconizado obispo de Puebla de los Ángeles (México), entonces virreinato de Nueva España. Allí ocuparía, además, los cargos de visitador general de Indias y juez de residencia de tres virreyes de Nueva España.
Su determinación y buena relación con la corte le llevaron, en 1642, a ostentar los cargos de virrey, gobernador, presidente y capitán general de Nueva España, además del de arzobispo de México. Gracias a su iniciativa se pudo finalizar la construcción de la catedral de Puebla; construyó también un palacio episcopal y un seminario conciliar, restauró decenas de iglesias y fundó un colegio para niñas pobres. En el plano administrativo y político, destacó por la mejora de las finanzas del reino, a lo que contribuyó con su fortuna personal; también ayudó a la ciudad de La Habana, en franca decadencia económica. Creó un batallón y doce compañías de milicias; persiguió a los delincuentes; y dotó de nueva reglamentación a la universidad.
Su labor fue elogiada por el papa Inocencio X en la bula que expidió el 14 de mayo de 1648. La celebridad de su nombre, sin embargo, le llegó por sus disensiones y disputas con los jesuitas, prolongadas a lo largo de seis años, cuando Palafox ya había regresado a su sede de Puebla. El detonante del enconamiento entre uno y otros fue la negativa de los jesuitas a presentar al obispo sus licencias para confesar y predicar. La inmediata respuesta de Palafox fue una lista de excomuniones aplicadas a todos aquellos fieles de su diócesis que acudiesen a las ceremonias y confesionarios de los jesuitas. En el pleito, la Compañía de Jesús estuvo apoyada por el virrey García Sarmiento y Sotomayor, conde de Salvatierra, por las órdenes religiosas y por la mayoría de los miembros del cabildo.
La incapacidad de negociación de Palafox acabó costándole la sede. En 1649 volvió a España bajo mandato del rey y cuatro años más tarde se zanjó la larga polémica con la firma de la concordia entre ambas partes en Madrid. Dos meses más tarde fue presentado para la sede de Osma, lugar en el que fundó la Escuela de Cristo de Soria y permaneció activo hasta su muerte. El traslado de sus restos en 1666 descubrió su supuesta incorruptibilidad, aumentando así su fama de santidad, pero el proceso de beatificación fue retrasado por la iglesia, la cual decidió declararlo venerable.
Juan de Palafox y Mendoza fue un escritor fecundo; entre sus textos se cuentan las cartas enviadas al papa sobre el contencioso mantenido con los jesuitas, muchas de ellas destruidas por éstos. Algunos títulos de su autoría son Sitio y socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638; El pastor de noche buena, práctica breve de las virtudes, conocimiento fácil de los vicios; Peregrinación de Philotea al santo templo y monte de la Cruz; Varón de deseos en que se declaran las tres vías de la vida espiritual; Trompeta de Ezequiel a curas y sacerdotes; y Bocados espirituales, políticos, místicos y morales. Sus obras completas fueron publicadas en quince volúmenes en 1762.
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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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