Santiago Ontañón

(Santander, 1903 - Madrid, 1989) Escenógrafo, dramaturgo y actor español. Perteneciente a la denominada Generación del 27, fue responsable de la escenografía de Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, y de El Adefesio, de Rafael Alberti, sus amigos personales, que obtuvieron un notable éxito en tiempos de la República. Durante la Guerra Civil española colaboró con la causa republicana, sobre todo a través del teatro itinerante dirigido por María Teresa León, que con fines propagandísticos y culturales realizó representaciones en todos los frentes de guerra. Al terminar la contienda abandonó España y se exilió a Hispanoamérica, residiendo en Chile, Uruguay, Perú, Argentina y otros países. En Chile fundó junto a Margarita Xirgu una escuela de teatro.


Santiago Ontañón

Santiago Ontañón se trasladó con solamente diecisiete años a París, donde trabajó durante siete años como ilustrador para diversas publicaciones (La Esfera, Nuevo Mundo) y realizó su primer decorado teatral y el diseño del vestuario para el espectáculo del bailarín ruso Boris Kniaseff. Tras esta etapa parisina se instaló en Madrid; en la capital española frecuentó los círculos artísticos de la Residencia de Estudiantes de la mano de Federico García Lorca.

Le fueron encargados entonces los decorados para las zarzuelas Las golondrinas y La revoltosa, y para la obra de Enrique Jardiel Poncela Usted tiene ojos de mujer fatal (1934). A continuación realizó decorados para el grupo teatral La Barraca, en el que trabajó además ocasionalmente como actor. Desde entonces se le consideró el principal escenógrafo del teatro poético español.

Por esos años fue también llamado por el escritor y cineasta Edgar Neville para trabajar tanto en calidad de actor como de diseñador en algunas películas, como Falso noticiario (1933) o La traviesa molinera (1934), iniciando de este modo una fructífera actividad en el campo cinematográfico. Una mujer en peligro (1935), La reina mora (1936), La verbena de la Paloma (1935) o Los claveles (1936), que codirigió con Eusebio Fernández Ardavín, son algunas de las cintas en que participó.

Afecto a la causa republicana, durante la Guerra Civil (1936-1939) escribió seis obras del llamado teatro «de urgencia» o «de guerra», siendo las más señaladas El bulo, La guasa y El saboteador. Finalizada la contienda inició un periplo sudamericano que le llevó a Chile, Argentina, Uruguay, Colombia y Perú. Durante ese periodo trabajó con la actriz española Margarita Xirgu, dirigió obras teatrales en diferentes países y fue nombrado catedrático de Escenografía en la Universidad de San Marcos de Lima (Perú) y director artístico de la compañía del Teatro Nacional.

En esta etapa preparó también guiones para cortometrajes y siguió con su habitual labor de escenógrafo y diseñador de decorados y vestuario. A partir de 1955, de nuevo en España, hizo los figurines para las producciones ¿Dónde vas triste de ti? (1960) y ¡Adiós, Mimí Pompón! (1960), e intervino como actor secundario en una cincuentena de películas, entre las que sobresale El verdugo (1963), de Luis García Berlanga. Participó asimismo en la dirección artística de Sólo para hombres (1960), de Fernando Fernán Gómez, y de otros filmes como La rosa roja (1960), Los dinamiteros (1963) y Atraco en la Costa Azul (1974).

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].