David Oistrakh

(Odessa, Ucrania, 1908 - Amsterdam, 1974) Violinista ruso unánimemente aclamado por su virtuosismo, por su excelente técnica y su potente sonoridad.

Sus padres, de origen judío, vivían en un pequeño apartamento en un distrito del sur de Odessa. Su padre, un modesto oficinista, tocaba bien el violín y algunos instrumentos de viento; su madre, que tocaba algún instrumento de viento y cantaba en el coro de la ópera, lo llevaba a los ensayos, donde el pequeño David quedaba subyugado por la variación y el poder de tantos instrumentos.


David Oistrakh

A los tres años recibió un violín de juguete, que resultó ser una revelación (en sus notas autobiográficas, Oïstrakh recuerda que desde que tenía memoria tenía un violín). Se imaginó que era uno de los músicos callejeros que veía a menudo e insistió en tener un violín verdadero, que consiguió por fin a los cinco años, edad en la que tomó sus primeras lecciones.

El pequeño Oïstrakh se formó con Pyotr Solomonovich Stoliarsky, que en esa época era ya famoso y había fundado su propia escuela de música. La pedagogía de Stoliarsky se basaba en un conocimiento intuitivo de la psicología de cada niño, y hacía ejercicios en forma de juegos.

Las dificultades llegaron con la Primer Guerra Mundial y con la Revolución de Octubre en 1917. En este entorno de guerra civil, Oïstrakh progresaba en sus estudios. La situación se degradaba día a día en Odessa y la familia Oïstrakh se vio en la miseria. Durante estos años, Stoliarsky compartió cuanto tenía y procuró preservar el bienestar entre sus alumnos.

Su primer concierto con orquesta fue el que tuvo lugar en 1923, con el concierto en La menor de J. S. Bach. En 1925 tocó con la orquesta de la Academia de Odessa. Trabajó desde 1934 como profesor en el Conservatorio de Moscú, y tuvo como discípulo, entre otros, a su hijo, el violinista Igor Oistrakh.

Reconocida su genialidad con el Premio Elizabeth de interpretación en 1937, durante la década de los 50 triunfó en sus giras por todo el mundo, acompañado a veces por su hijo, con un amplísimo repertorio clásico y contemporáneo. Algunos grandes compositores, como Prokófiev, llegaron incluso a componer para él.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].