Paavo Nurmi
(Turku, 1897 - Helsinki, 1973) Atleta finlandés, conocido en las pistas como "El finlandés volador". Miembro de una humilde familia, su infancia transcurrió en una pequeña cabaña de los bosques, donde se vio obligado a llevar una dieta basada en verduras y pescado seco, lo que, unido a los fríos inviernos finlandeses, fue clave para dotar a este hombre de una resistencia sobrehumana.
Paavo Nurmi en los Juegos Olímpicos de Amberes (1920)
Su debut olímpico tuvo lugar en los Juegos de Amberes (1920), en la carrera de los 5.000 metros, cuyo récord ostentaba desde hacía ocho años su compatriota Hannes Kolehmainen. Si bien le fue imposible adjudicarse esta prueba, quedó segundo y ganó su primera medalla de plata. No ocurrió lo mismo en los 10.000 metros, donde se impuso con toda facilidad, lo que significó el primero de la dilatada colección de oros que jalonan su trayectoria. El segundo oro llegaría en las pruebas individuales (el cross de ocho kilómetros) y el tercero en el campeonato por equipos de campo a través.
Con veintisiete años, le esperaba París para su segunda cita olímpica. En los Juegos de París (1924), dispuesto a continuar la tradición de los finlandeses que había iniciado el héroe de su niñez, Kolehmainen, condujo a su país a la victoria por equipos en el cross y ganó otras cuatro medallas de oro: los 3.000 metros por equipos, el cross individual (pruebas que ya no se celebran), los 1.500 y los 5.000 metros. Paavo Nurmi disputó estas dos últimas carreras en un mismo día y con sólo una hora de descanso entre ambas, lo que no era pequeña proeza, y más si se tiene en cuenta que aquél fue uno de los días más calurosos en la historia de París, algo que no pareció afectarle lo más mínimo.
De hecho, las asfixiantes temperaturas causaron tal cantidad de colapsos y desmayos entre público y atletas que el COI decidió cancelar la prueba de campo a través individual. En total, obtuvo cinco medallas de oro, y habría podido ganar una sexta: el comité finlandés, estimando que era demasiado para el atleta, no le permitió participar en los 10.000, prueba que se adjudicó su compatriota Ritola con un nuevo récord mundial.
La técnica de Nurmi se basaba en el mantenimiento de una zancada regular. Como dato anecdótico, hay que citar que, en aquellos tiempos en que no se daban los resultados al final de cada vuelta, Nurmi llevaba su propio cronómetro en la mano izquierda, lo que le permitía saber sus tiempos siempre, e imponer su propio ritmo a la carrera. En 1925 pasó cinco meses en los Estados Unidos, durante los cuales ganó todas las carreras en las que participó, lo que le sirvió como entrenamiento para su tercera olimpiada. En los Juegos de Amsterdam (1928), conquistó el oro en los 10.000 metros y la plata en los 5.000 y 3.000 metros, de nuevo compitiendo contra Ritola. No pudo participar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1932), acusado por la Federación de haber percibido dinero durante su estancia en Norteamérica, lo que le hacía perder su estatus de amateur.
En 1952, cuando los Juegos se celebraron en su país, el Comite Olímpico Internacional le exoneró de toda culpa. Paavo Nurmi entró en el Estadio Olímpico de Helsinki portando la antorcha olímpica para encender, entre vítores atronadores y aplausos, el pebetero con el fuego simbólico. El estadio en pleno se estremeció cuando el héroe apareció en la pista, con menos pelo, pero con su buena forma física habitual. A su retirada, Nurmi contaba en su palmarés doce medallas olímpicas, nueve de ellas de oro y tres de plata; además, había acumulado un total de treinta y un records (marca jamás igualada) entre 1929 y 1932. Reverenciada leyenda del atletismo, todavía en nuestros días ostenta el título de atleta más laureado en la historia de los Juegos: le siguen en el podio Carl Lewis y Usain Bolt, con diez y nueve medallas.
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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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