Anaïs Nin

(París, 1903 - Los Ángeles, 1977) Escritora estadounidense de origen francés. Si bien se centra en la búsqueda de su personal identidad, la obra de Anaïs Nin no puede aislarse del reflejo de la compleja y fecunda época artística en que la autora vivió y en la que estuvo profundamente implicada, hasta el punto de que su vocación testimonial pudo prevalecer sobre la ficción.


Anaïs Nin

Hija del pianista español Joaquín Nin, en 1914, tras el divorcio de sus padres, se trasladó con su madre y sus hermanos a Nueva York. Precisamente la ausencia del padre (con quien establecería años después una tortuosa relación) y el desarraigo familiar están presentes en toda su escritura, cuya pieza más importante es el polifacético Diario, que comenzó a temprana edad como una carta al padre y se convirtió en una extensa obra que totaliza seis volúmenes. Estos diarios, además de contener una importante labor de análisis y reflexión personal, son también el material de origen de sus novelas y relatos y reflejan una incesante experimentación con el lenguaje en busca de una voz literaria personal.

A los veinte años contrajo matrimonio y se estableció en París; permaneció en la capital francesa hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, momento en que prefirió regresar a Nueva York, donde residiría hasta su fallecimiento. Los comienzos literarios de Anaïs Nin están ligados al ambiente artístico parisiense que la escritora conoció como consecuencia de la publicación de un ensayo sobre D. H. Lawrence, D. H. Lawrence: An Unprofessional Study (1932). Anaïs Nin estableció en aquellos años relaciones de amistad con escritores y psicoanalistas que habían de tener una profunda influencia en su obra. Entre los escritores recordemos a Henry Miller, Antonin Artaud, Djuna Barnes y el psicoanalista Otto Rank. Pero quien tuvo más influencia sobre ella fue la francesa Colette. Ambas exploraron el autoerotismo, la homosexualidad (masculina y femenina), el adulterio o la relación amorosa entre el hombre joven y la mujer madura.

Su debut literario, en el que se advierte la huella de Henry Miller y de los surrealistas franceses, tuvo lugar en 1936 con la novela La casa del incesto. Poco después inició la redacción de otra novela, Invierno de artificio (1939), centrada en la relación con su padre lejano, fundamental en su personalidad y su obra. Le siguieron otras obras narrativas, entre ellas los relatos de Bajo una campana de cristal (1944) y un conjunto de cinco novelas: Los espejos en el jardín (1946), Los hijos del albatros (1947), Una espía en la casa del amor (1955), El corazón de las cuatro moradas (1959) y La seducción del Minotauro (1961).

Reunidas bajo el título de Ciudades del interior, estas cinco narraciones ejemplifican, al igual que su Diario, su gusto por la introspección y por el análisis de los sentimientos, y componen un universo fantasmal en el que cada una de las heroínas es el alter ego de la propia novelista, en el sentido de que se buscan a sí mismas y de que encarnan la feminidad frente al mundo de los hombres; más concretamente, son figuras que representan las múltiples facetas de la mujer moderna. Estos personajes femeninos adquieren relieve gracias a determinados mecanismos narrativos como la focalización del punto de vista, mostrando la realidad y los acontecimientos a través de la mirada de las mujeres.

La obra maestra de Anaïs Nin la constituyen sus monumentales Diarios, que abarcaron casi toda su existencia, desde 1914 hasta su fallecimiento en 1977. La autora experimentó grandes vacilaciones antes de tomar la decisión de publicar sus diarios íntimos. Finalmente, en 1966 salió a la luz pública el primer volumen, sin esconder los nombres reales de amigos, amantes o familiares; tuvo una extraordinaria acogida, lo cual la impulsó a dar a la imprenta sucesivos volúmenes.

De hecho sus Diarios más antiguos, escritos en francés y publicados en español en dos tomos titulados Diario de infancia y Diario de adolescencia, fueron publicados póstumamente en su lengua original con el título Journal d'enfance (1978), siéndolo más tarde en inglés, de acuerdo con una traducción que la autora había emprendido en sus últimos años de vida. Abarcan el período 1914-1920 y tratan principalmente de las relaciones con el padre y de su llegada a América, donde, a partir de la última de las dos fechas anteriormente citadas, abandonó el francés para expresarse en inglés.

De los seis volúmenes del Diario propiamente dicho, los dos primeros abarcan el período 1931-1939 y son acaso los más conocidos. Tienen como núcleo su aventura amorosa con Henry Miller, pero no son menos importantes las relaciones de la autora con June Miller (segunda esposa de Miller), con el psicoanalista Otto Rank y con el artista y revolucionario peruano Gonzalo Moré, así como su progresivo distanciamiento de su esposo, Hugh Guiler. Las anotaciones de los últimos tres volúmenes son más distantes y secas. La razón de ello puede ser debida, en parte, al desplazamiento de su potencial creativo hacia la narrativa; hacia finales de los años treinta y en las décadas sucesivas, en efecto, la autora fue extrayendo del Diario materiales para sus novelas.

Después de su muerte, Gunther Stuhlmann publicó un séptimo tomo (1979) que abarca el período 1966-1974. Casi diez años más tarde, en 1986, apareció el volumen Henry y June, compuesto con textos correspondientes a los años 1932-1936, titulados "June", "Los poseídos", "Henry", "Apoteosis y caída" y "Diario de una poseída", que, por constituir materia reservada, no se habían publicado en el volumen correspondiente. Son páginas acerca de los ya citados Henry Miller y su esposa June, cuya belleza turbadora la sedujo, y constituyen el testimonio de una vida erótica que avanzaba en distintas direcciones.

El éxito de los Diarios convirtió a Anaïs Nin en personaje público; su figura y su obra fueron reivindicadas por los movimientos feministas en auge. Otras obras suyas son tres volúmenes de literatura erótica y dos libros de cuentos publicados póstumos, Delta de venus (1977) y Pájaros de fuego (1978). Sobre todo estos dos últimos volúmenes, escritos a comienzos de los años cuarenta, revelan a una autora empeñada en descubrir lo que significa la sexualidad femenina y, gracias a un estilo envolvente y a un lenguaje concreto pero tendente a la abstracción, habían de procurarle la amplia aceptación de crítica y de público.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].