Ofelia Nieto
(Algete, 1895 - Madrid, 1931) Cantante lírica española. Descubierta por un miembro del coro del Teatro Real de Madrid, inició sus estudios de música en la capital española, siendo su profesor de canto el tenor Lorenzo Simonetti. Debutó en los escenarios como soprano con la ópera Maruxa, de Amadeo Vives, en el Teatro de la Zarzuela (1914).
Ofelia Nieto
Desde entonces alternó la interpretación de óperas del repertorio internacional, como Ernani de Verdi y La Bohème y Madama Butterfly de Puccini, con estrenos de óperas y zarzuelas españolas: La llama, de José María Usandizaga (1915); La tragedia del beso, de Conrado del Campo (1915); El Avapiés, de Conrado del Campo y Ángel Barrios (1918); Amaya, de Jesús Guridi (1920); y Bohemios, de Amadeo Vives (1920). Recorrió asimismo España ofreciendo recitales con su hermana María de los Ángeles Nieto Iglesias (más conocida como Ángeles Ottein, su nombre artístico), acompañadas por el pianista Raffaele Terragnolo.
Simultáneamente al desarrollo de su carrera en España, debutó en Italia, interpretando en el Teatro della Pergola de Florencia (1919) una Manon de Massenet y una Aida de Verdi. Fue el inicio de una carrera internacional en la que destacaron sus interpretaciones de Margarita en la ópera Mefistofele, de Arrigo Boito, y de Desdémona en Otello de Verdi, representadas ambas en el Teatro Real de Madrid (1920).
Le siguieron Il trovatore, de Verdi (Río de Janeiro, Brasil, 1921); Mignon, de Ambroise Thomas, y Un ballo in maschera de Verdi (México, 1921); la reposición de La Dolores, de Tomás Bretón (Buenos Aires, Argentina, 1922); Aida, de Verdi, y Tosca, de Puccini, en las que alternó con Miguel Fleta y con Giacomo Lauri-Volpi (Teatro Real, Madrid, 1922); y, sobre todo, su presentación en 1926 en el Teatro alla Scala de Milán (Italia), auspiciada por Arturo Toscanini, con Lohengrin de Richard Wagner y Der Freischütz de Carl Maria von Weber; Ofelia Nieto fue elegida por el propio maestro Toscanini para la reposición de la obra de Weber, representada con motivo de su centenario.
La generosa voz de Ofelia Nieto, corpulenta y suave al mismo tiempo, robusta y de bello timbre, le permitió cultivar los papeles de soprano dramática en otros títulos además de los ya citados, como el Parsifal de Wagner, que presentó en Chile, Perú y La Habana (Cuba). En 1928 contrajo matrimonio y se retiró de los escenarios; aunque se trataba, quizá, de una retirada provisional, su muerte prematura truncó definitivamente su carrera. A petición de los compositores españoles, y en reconocimiento por la labor desempeñada en favor de la música española, le fue concedida la Cruz de Alfonso X el Sabio.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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