Thelonious Monk
(Thelonious Sphere Monk; Rock Mounty, 1920 - Weehawken, 1982) Pianista y compositor de jazz estadounidense. Personaje genial y enigmático, Thelonious Monk está considerado como uno de los músicos más influyentes de la historia del jazz después de la Segunda Guerra Mundial. El director cinematográfico Charlotte Zwerin realizó una película sobre la biografía de este músico titulada Straight no Chaser (1989), la cual constituye un documento sonoro de la vida y obra de este genio singular, considerado junto a Charlie Parker y Dizzy Gillespie como el tercer pionero del bebop. Su interés por descubrir nuevas armonías, ritmos y estructuras lo convirtió en un creador fundamental del jazz moderno.
Thelonious Monk
En 1924 se trasladó a Nueva York junto a su familia. A los once años ya recibía clases de piano, instrumento con el que acabaría acompañando a su madre, testigo de Jehová, en una iglesia bautista, en la que a veces tocaba también el órgano. Tras unos inicios balbuceantes, su primer éxito le llegó al llevarse el primer de premio de un concurso para aficionados celebrado en el Apolo, uno de los templos de baile más importantes de Nueva York. Esto le llevó de gira con una cantante de gospel por todo el país, pero el azar quiso que en un intervalo de la gira Thelonious conociera a Mary Lou Williams, que se fijó en el ya peculiar estilo de este pianista.
Entre los años 1937 y 1939 estudió en la prestigiosa escuela Juilliard School. Su primer encuentro con el jazz lo firmó con el trío del batería Keg Purnell. De aquí pasó a unirse en sociedad musical con Kenny Clarke, que pronto sería una de las instituciones del jazz norteamericano. Junto a este genial batería, Monk actuó tanto en el Milton's (un club en el que se celebraban divertidas jam sessions) como en el Kelly's Stables entre 1940 y 1942, años que vieron cómo dos de los grandes genios del jazz e inductores del bebop -Charlie Parker y Dizzy Gillespie- acaparaban toda la atención crítica. De todas formas, la carrera de este singular pianista se disparó cuando conoció personalmente a Bud Powell, con quien llegó a establecer una gran amistad. Era la época en la que participaba en el proyecto del batería Lucky Millinder, estrella del jazz de principios de los años 40.
Hacia 1944, Thelonious Monk se asoció con Coleman Hawkins, con el que grabó como sideman sus primeros vinilos; Hawkins fue de hecho uno de los primeros en descubrir el enorme talento que albergaba este pianista. Quedan hoy vestigios de algunas grabaciones de Monk tomadas por Jerry Newman en el Milton's, hacia el mes de mayo, en las que interpretaba temas como "Stompin' At The Savoy", que popularizara el gran Gene Krupa.
A lo largo de estos años, Monk actuó igualmente con algunos músicos de cierto renombre como Cootie Williams (1944) o el saxofonista Skippy Williams (1946), aunque fue su participación en la big band de Dizzy Gillespie -a quien conoció en la orquesta de Lucky Millinder hacia 1942- lo que le dio cierta proyección y fama. Debe señalarse que el peculiar estilo de Monk no tenía mucho que ver con el bebop que nacía en aquellos años de la mano de Gillespie y Parker. La "revolución Monk" llegó más bien en los años cincuenta; Thelonious no estuvo implicado en la revolución de los primeros boppers.
1947 fue su gran año: Thelonious Monk conseguía finalmente grabar con su nombre. Para ello utilizó la fórmula del trío, con la que desarrolló la mayor parte de su carrera artística. La casa de discos era Blue Note, uno de los sellos más representativos del mundo del jazz. En esta casa de discos grabó entre 1947 y 1952 toda su producción propia, además de colaborar con insignes figuras como Art Blakey, Milt Jackson, Lucky Thomson o Kenny Dorham.
Thelonious Monk en 1947
El primer gran período compositivo de este genio se consolidó entre 1947 y 1951. Grabó piezas ya memorables, pronto convertidas en standars, como "Off Minor", "I Mean You", "Evidence" o "Straight No Chaser", incluidas todas en el álbum Thelonious Monk, The Complete Genius; o bien otras similares como "Well You Needn't", "Monk's Mood" o el famosísimo "Round Midnight", piezas grabadas todas ellas durante 1947 e incluidas en su vinilo Thelonious Monk. Genius of Modern Music. Volume 1, bien en trío (con Gene Ramey, piano, y Art Blakey, batería), bien en quinteto.
No obstante, es bien sabido que el peculiar estilo de Monk no era aceptado de buena gana por todos los críticos y músicos. Su genialidad pagaba el tributo del ostracismo de quienes no querían ver la revolución que llevaba a cabo. El suyo era un estilo enigmático y siniestro -a la altura de su proyección como persona-, lleno de oscuridad, pero siempre dando cuenta de un talento por encima de su época. Tampoco los managers tomaban muy en serio al músico, que quedó postergado y alejado de los grandes circuitos del jazz, en los cuales sólo participó muy de vez en cuando. Una de estas participaciones tuvo lugar en el Salón du jazz, gracias a la colaboración de la baronesa Nica de Koenigswarter, en París, donde dejó perplejo a gran parte de la crítica, que ni le negó ni le aplaudió sus genialidades musicales.
De cualquier forma, es posible advertir que Monk vivía ajeno a todos estos factores, hermético, encerrado en su peculiar mundo y grabando una cantidad ingente de discos. Su fama, entonces, alejada del punto acrítico de los periodistas del jazz, pronto fue creciendo a costa las estrellas del jazz del momento, que no perdían ocasión para ver en directo al pianista o colaborar con sus grupos.
Uno de éstos fue ni más ni menos que Miles Davis, quien lo invitó a participar en varios de sus discos, sabedor del genio que destilaba Monk en las grabaciones. Así, el 24 de diciembre de 1954, Monk grabó con Miles temas como "Bag's Groove" o "The Man I Love" (editados en Prestige en dos discos: Bag's Groove y Miles Davis and The Modern Jazz Giants), pero poco más. No hubo mucha química entre ambos personajes e, incluso, se llegó a comentar que existió un leve conato de pelea entre los dos músicos al negarse el trompeta a que Monk participara en uno de sus solos.
Al margen de su colaboración con Miles, Thelonious tocó con Sonny Rollins, a quien hizo participar en algunos vinilos, y, sobre todo, con John Coltrane, cuya amistad dio lugar a una de las uniones más representativas de la historia del jazz. Coltrane, nunca ajeno a las grandes vanguardias del jazz, supo asumir el genio de Monk y participó en algunos de sus álbumes más carismáticos y en algunos conciertos memorables. Uno de ellos fue el grabado en The Five Spot Café, en Nueva York, en el verano de 1957, junto al trío de Monk (Ahmed Abdul-Mailk , bajo; y Roy Haynes, batería). El saxofonista quedó rápidamente impregnado del genio de Monk y se enroló en una gira de seis meses con su trío (Wilbur Ware, contrabajo; y Shadow Wilson, batería). La importancia que tuvo este grupo permite compararlo con otras célebres uniones, como la que existió entre Gillespie y Parker.
Después llegaron otros conciertos memorables, como el ofrecido en el Village Vanguard, en 1958; o el celebrado en Town Hall. En el primero le acompañó Johnny Griffin, saxofonista que sustituyó a Coltrane. En el segundo, una orquesta integrada por Charles Rouse, otro saxofonista ya habitual en las formaciones de Monk y que complementaba perfectamente al genio. En esta última orquesta, además, se encontraban otros grandes de la época: los saxos Phil Woods y Pepper Adams, el trompeta Donald Byrd, el contrabajista Sam Jones o el batería Art Davis.
En los años sesenta, Monk era toda una celebridad. Su estilo, en una época en que el free ganaba adeptos, se templó y ganó en solvencia interpretativa. En 1963 fue incluido dentro de una orquesta que actuaría en el Philarmonic Hall, en tanto que recorría Europa con su cuarteto, en el que participaban, además del mencionado Rouse, el contrabajista Larry Gales y el batería Johnny Ore. También fue notoria su participación en el trío de Bud Powell cuando éste estaba a punto de fallecer. Precisamente, en 1951 fue arrestado junto a este genial pianista por consumir estupefacientes; entonces fue apaleado y se le retiró el carnet para poder tocar en clubes de Nueva York hasta 1957.
La fama de Monk se hizo incuestionable -la revista Time, por ejemplo, le dedicó una portada por aquel entonces-, aunque su estilo nunca logró convencer a todos por igual. Sus conciertos, no obstante, le llevaron a visitar todo el mundo: Europa, Japón, África incluso, siempre acompañado de su inseparable Charles Rouse, que tocó junto al genio hasta 1970. En la década de los años setenta sustituyó a Rouse por otros saxofonistas: primero, por Pat Patrick, y después, por Paul Jeffrey. En 1972 se celebró una reunión en la que participaron varios grandes nombres del mundo del jazz; el evento se denominó The Giants of Jazz, y en la formación se encontraban Dizzy Gillespie (trompeta), Sonny Stitt (saxo), Kai Wilding (trombón) y Art Blakey (batería). La banda así formada inició una gira por todos los continentes y llegó a tocar en el Festival de Newport, en ese mismo año de 1972.
La salud del genio era ya, por aquel entonces, precaria; por ello, sus actuaciones fueron drásticamente reducidas y se limitaron a alguna intervención esporádica. Una de ellas fue la ofrecida en Nueva York, hacia 1975, en la que presentó a su hijo Thelonious Monk Jr. a la batería. Hacía tiempo que Monk ya no era un personaje público y que se refugiaba en un incomprensible mutismo, de cual salió para morir en Nueva Jersey en 1982, año en que la noticia de su muerte dejó consternado al mundo del jazz.
Thelonious Monk puede ser considerado como uno de los revolucionarios y genios de la música jazz de después de la Segunda Guerra Mundial. Hombre enigmático, difícil de tratar y de entender -a menudo pronunciaba sólo palabras ininteligibles-, creó un estilo que impresionó a la mayoría de los músicos de su época. Sin embargo, lo que destilaba su personalidad eran ideas habitualmente difíciles de digerir y más difíciles de copiar.
Intérprete genial, aunque también oscuro, llenaba sus improvisaciones de inteligentes chispazos muy por encima del estilo dominante en su tiempo. Escuchar dos acordes consecutivos de Monk daba indicio de que algo se estaba produciendo en el escenario, ya que normalmente ejecutaba notas y acordes según patrones muy poco académicos. Sus blues están distorsionados de manera consciente, a pesar de que se trata de un modelo de canción muy clásico. La disonancia, pues, se convierte en seña de identidad en las improvisaciones de este músico.
Su obra como compositor es tan relevante como la que llevó a cabo como intérprete. Suyas son piezas que desde que las compusiera se han conformado como inexcusables obras maestras. "Round Midnight" -una de las altas expresiones de la música jazz-, "Off Minor", "Trinkle Tinkle", "I Mean You", "Epistrophy", "Well You Needn´t", "Straight No Chaser", "Blue Monk" o "Evidence" son composiciones de gran originalidad, muy al margen de otras obras maestras del género y que revelan a uno de los más grandes compositores del siglo XX. Thelonious fue un visionario, un personaje único y un músico irrepetible. Su vida puede resumirse en una frase pronunciada por él al final de su vida: I'm famous. Ain't that a bitch, que significa algo así como 'Soy famoso. ¿No es eso un incordio?'.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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