Igor Markevitch
(Igor Borisovich Markevich o Markevitch; Kiev, 1912 - Antibes, 1983) Director de orquesta y compositor ucraniano nacionalizado francés. A los dos años abandonó su ciudad natal para trasladarse a Suiza con su familia. Sus primeras lecciones de música corrieron a cargo de su padre, el pianista Boris Nikolayevich.
Igor Markevitch
A los trece años, Igor Markevitch interpretó en presencia del pianista Alfred Cortot la suite Noces, compuesta por él mismo. El pianista quedó tan gratamente sorprendido por el talento del joven Markevitch que le facilitó ayuda para publicar la suite y para ingresar en la École Normale de Musique de París, donde estudiaría con el propio Cortot, con Nadia Boulanger (composición) y con Vittorio Rieti (orquestación).
También cursó estudios de dirección con Hermann Scherchen y posteriormente con Pierre Monteux. A los dieciséis años conoció a Sergei Diaghilev, director de los Ballets Russes, que escuchó algunas de sus composiciones. Fruto de este encuentro fueron el encargo de un concierto para piano y el del ballet L'Habit du Roi. Al año siguiente, en 1930, debutó como director al frente de la orquesta del Concertgebouw de Amsterdam.
Markevitch atrajo la atención del público internacional en parte gracias al apoyo de artistas como Darius Milhaud o Jean Cocteau. En 1933, el director de orquesta Roger Desormière estrenó en París su obra L'envol d'Icare con gran éxito. Dicha partitura fue retitulada Icare en 1943, tras sufrir una profunda revisión que la convirtió en una pieza de distinto carácter y más tradicional. La obra original incluía efectos musicales no utilizados en Occidente, como los cuartos de tono o modalidades utilizadas por el gamelán indonesio. Estas características de índole oriental aparecen en cinco de sus obras compuestas entre 1932 y 1937: Hymnes, Psaume, Le paradis perdu, Cantique d'amour y Le nouvel age.
En 1935, tras contraer matrimonio con la hija del bailarin Vaslav Nijinsky, Kyra, decidió instalarse en Suiza. Ese mismo año estrenó en Londres su oratorio Le paradis perdu, y dos años más tarde hizo lo propio con su Cantique d'amour, dedicado a su esposa Kyra. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Markevitch partió a Florencia con su mujer, ya que nunca llegó a obtener la ciudadanía suiza. Debido a sus dificultades económicas trabajó como pianista y director y continuó sus estudios de piano con Alfredo Casella.
En 1943 se unió a la resistencia italiana y cuatro años más tarde se recicló profesionalmente como director de orquesta de renombre. Aceptó dirigir y reorganizar el festival Maggio Musicale de Florencia y se casó por segunda vez con Topazia Caetani. En esta etapa de su carrera viajó frecuentemente como director invitado de orquestas como la Boston Symphony Orchestra, y como titular de agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Estocolmo (1952-55), la de Montreal (1956-60), la Filarmónica de La Habana (1957-58), la de RTVE (1965-69) o la Orquesta Lamoreux de París (1957-61). También estuvo al frente de la orquesta de la Ópera de Montecarlo hasta 1973, antes de encargarse de la dirección de la Orquesta de la Accademia Nazionale di Santa Cecilia de Roma, que abandonó en 1975.
Como docente impartió clases en el Mozarteum de Salzburgo, en México D. F., y en los Conservatorios de Moscú y Madrid. Como director, prestaba una meticulosa atención a las instrucciones del compositor; en sus interpretaciones nunca se dejaba llevar por excesos sentimentalistas. Estrenó obras de compositores de su tiempo como las Variaciones Concertantes (1953) del argentino Alberto Ginastera, el ballet Marsia (1948) de Luigi Dallapiccola o la Sinfonía nº 3 (1945) de Gian Francesco Malipiero. Asimismo, estuvo a cargo de las primeras grabaciones de obras de Lili Boulanger (hermana de Nadia), Darius Milhaud y Frederic Mompou, así como de la integral de sinfonías de Tchaikovsky, grabada con la London Symphony Orchestra en los años sesenta.
En la siguiente década comenzó a perder el oído, por lo que sus facultades como director se deterioraron en alguna medida. A pesar de sus problemas auditivos continuó dirigiendo algunas orquestas: en 1978 aceptó una invitación de la Sociedad Filarmónica de Bruselas para interpretar su obra Le paradis perdu. Además de ello estableció un curso internacional y un festival de verano cerca de su residencia en St. Cezaire (Alpes franceses). Su hijo Oleg Caetani (1956) fue uno de sus alumnos.
En los últimos años de su vida adquirió la nacionalidad francesa y realizó giras por la Unión Soviética; en su ciudad natal, Kiev, obtuvo un gran éxito. Igor Markevitch dejó escritos sus pensamientos y reflexiones sobre música en varios textos, entre los que cabe citar Introduction a la musique, publicado en París en 1940; "The Problems of the Education of Today's Conductors", publicado en 1965 en la revista The Conductor's Art de Nueva York, o su autobiografía Être et avoir eté (París, 1980).
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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