Gerhard Marcks
(Berlín, 1889 - Colonia, 1981) Escultor alemán. Sus primeros trabajos escultóricos datan de 1907, año en que comenzó a relacionarse con los escultores George Kolbe, Richard Scheibe y Gaul. En 1908 estableció su taller junto con su compañero de estudios, Scheibe. Sus primeras obras muestran su predilección por la tradición gótica germana: optó por las figuras esbeltas y estilizadas y demostró una mayor inclinación por las formas medievalizantes, en detrimento de las expresionistas.
Marcks y Scheibe llegaron a colaborar en la confección de distintas obras. Tal es el caso de los relieves presentados en la exposición del Deuscher Werkbund (Colonia), organizada por Walter Gropius en 1914. Para esta muestra presentaron varios relieves realizados en terracota destinados a la decoración del restaurante proyectado por Gropius y Meyer. Esta participación tuvo especial importancia para Marcks, ya que fue el principio de una fructífera colaboración con Gropius, fundador de la Bauhaus.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Marcks se incorporó a filas. Una vez finalizada la contienda, se inició su periodo de colaboración con la Bauhaus. Surgida de la unión de la Escuela de Bellas Artes y la de Artes y Oficios, la Bauhaus ocupó un papel primordial en el panorama cultural alemán de entre guerras. Dirigida desde sus inicios en 1919 por Walter Gropius, su programa de estudios estaba profundamente influido por las experiencias anteriores de Otto Bartning, y pretendió conciliar por un lado la independencia de la obra artística y su carácter funcional. Esta perspectiva sociológica de la función de la obra de arte será característica de la producción de la Bauhaus, desde sus inicios hasta su clausura en 1933.
Los dos primeros artistas llamados por Gropius fueron Johannes Itten y el propio Marcks. El primero fue el encargado de confeccionar el programa docente que se siguió durante el curso preliminar (Vorkus). En cuanto a Marcks, su colaboración anterior con Gropius le convirtió en la persona idónea para encargarse de la dirección del taller de cerámica. La Bauhaus se dividió desde sus inicios en distintos talleres, que abordaron desde una perspectiva vanguardista y funcional hasta las más variadas formas de expresión artística. Así se crearon talleres de tipografía, metal, imprenta, mueble, textil, plástica y pintura mural, entre otros.
La organización de estos talleres reflejaba su concepción integradora entre función y forma; reflejo de ello era el nombramiento de dos responsables de cada taller. Por un lado el maestro de forma, es decir el propio artista, responsable de la iniciativa didáctica, y por otro el maestro de taller, encargado de la realización formal y dirección técnica del taller.
Fue en el taller de cerámica de la Bauhaus donde mejor se pudo apreciar esta separación de funciones. Debido a las características que debía reunir el local que acogiese el taller de cerámica, Marcks eligió las caballerizas del castillo de Dornburg del Saale, situado a 30 km de la escuela de Weimar. Este hecho permitió que el taller de cerámica adquiriese una independencia que posteriormente se reflejó en una producción de mayor cantidad y calidad que la de la mayoría de los talleres instalados en Weimar.
En cuanto al maestro de taller, Marks no tuvo la posibilidad de elegir a su colaborador, puesto que se vio obligado a colaborar con Max Krehan, por ser éste el propietario tanto de los hornos como del resto del material utilizado en el taller. Sin embargo, Krehan, hombre poco dado a especulaciones teóricas, hizo que su colaboración con Marcks se tradujese en un espectacular avance en la producción de este taller frente al resto.
La influencia de Marcks, como maestro de forma, se hizo sentir por medio de sus estímulos docentes, ya que incitaba a sus estudiantes a la investigación de las formas tradicionales folklóricas, que luego ellos reelaboraban desde una perspectiva propia. Produjo prototipos para la manufactura de vasijas, elemento que cobró una gran riqueza creativa sin por ello perder su funcionalidad. Es por ello que se puede afirmar que Marcks fue el pionero en la escuela de Weimar del concepto de diseño industrial, tal como lo pretendía Walter Gropius.
La colaboración entre Marcks y el taller de cerámica se interrumpió en el momento en que Gropius decidió trasladar la Bauhaus a Dessau. Marcks decidió no continuar con la dirección del taller y entre los estudiantes destacados se buscó su sustituto. Otto Linding y Theodor Bogler se habían distinguido por su elaborados diseños y a ellos se encomendó la dirección técnica del taller, que quedó dividida en dos secciones, una de carácter didáctico, conocida como taller de la Bauhaus, y una de carácter productivo que fue dirigida por Krehan.
Marcks fue llamado en 1925 por la Escuela de Artes y Oficios de Halle-Gievichenstein para ejercer de profesor de cerámica. En 1930 fue nombrado director de este centro y permaneció en dicho puesto hasta 1933, año en que con la ascensión al poder de los nazis, fue destituido. En 1936 se trasladó a Berlín y, como a otros muchos artistas alemanes, le fueron confiscadas sus obras y se le prohibió exhibirlas a partir de ese año. Con la caída de Hitler, su figura fue rehabilitada, y en 1945 fue llamado a la Escuela de Arte de Hamburgo, y posteriormente, en 1950 se trasladará a Colonia. A partir de esta década su obra figuró en numerosas exposiciones tanto individuales como colectivas y se le encargaron el diseño y construcción de monumentos e iglesias, como fue el caso de la serie de estatuas que realizó en 1947 para el tímpano de la iglesia de Santa Catarina de Lübek.
Las obras que pertenecen a su primera etapa -antes de su incorporación al proyecto de Walter Gropius en Dessau-, se caracterizan por la variedad de las técnicas empleadas y por la influencia que en él ejercieron las formas tradicionales góticas alemanas. Practicó tanto la escultura de bulto redondo como el relieve en terracota o incluso el grabado. Formalmente, estas obras están relacionadas con las de sus compañeros Kolbe y Scheibe, pero también con la de Wilhelm Lehmbruck (1881-1919), representante de una generación que se vio atrapada entre el impresionismo y el clasicismo, y que renunció deliberadamente a aceptar innovaciones más próximas a manifestaciones vanguardistas.
Durante su período en Dornburg, como responsable del taller de cerámica de la Bauhaus, realizó la decoración de numerosas vasijas y vasos producidos por sus alumnos. Una pieza característica es el Retrato de Johannes Driesch y de Otto Linding (1922) decoración realizada sobre un vaso de arcilla cocida y pintada y que es una muestra representativa de su trabajo en el taller.
En pocas ocasiones fue Marcks el responsable de la producción de los objetos realizados en el taller: se encargaba exclusivamente de añadir la decoración, siempre divertida y rica en imaginación. Otra pieza significativa de esta etapa es su escultura Madre turingia (1921), escultura en acero que refleja su profundo estudio de la tradición escultórica germana. También corresponde a este periodo Pareja de enamorados, donde Marcks demuestra sus facultades expresivas con la cerámica.
En cuanto a su trabajo como grabador, Marcks halló en la xilografía el medio expresivo más adecuado para sus propuestas. Fue precisamente durante su paso por la Bauhaus cuando mayor fue su cultivo de esta técnica. Como ejemplos podemos citar Gato y caballo, de 1921, o una carpeta que contiene diez xilografías sobre el Canto de Wieland, que fue impreso y encuadernado en los talleres de la Bauhaus y publicado en 1923 por la Bauhaus Verlag. De su producción posterior destaca Freya, escultura realizada en 1949, donde pone de manifiesto su predilección por un sentido clásico de la figura que le emparenta con Kolbe y en la que queda patente la influencia del escultor clasicista Adolf Hildebrand (1847-1921).
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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