Diego Gómez Manrique
(Amusco, 1412 - Toledo, 1490) Poeta castellano. Miembro de una familia de la alta nobleza, intervino en la política castellana y se enfrentó al condestable Álvaro de Luna y al monarca Enrique IV de Castilla. Posteriormente contribuyó a preparar el matrimonio entre Fernando II de Aragón e Isabel la Católica; defendió la causa de los Reyes Católicos y fue corregidor de Toledo, donde construyó las casas consistoriales, en las que hizo grabar los famosos versos: «Nobles discretos varones / que gobernáis a Toledo».
Al igual que otros autores cortesanos de la Edad Media tardía, Diego Gómez Manrique compatibilizó su dedicación a la literatura con su actividad política y guerrera. Sin llegar a ser un bibliófilo apasionado, poseía una discreta biblioteca con las obras más características del saber medieval, así como un natural ingenio y una facilidad para el verso que explican su fortuna literaria durante el siglo XV. Su producción abarcó distintos géneros: poesía amorosa, satírica, política, alegórica, didáctica y moralizante; composiciones sacras para ser representadas, esto es, dramas o misterios litúrgicos; y momos o mascaradas. Se conocen ciento ocho poemas suyos, conservados en dos manuscritos de la Biblioteca Nacional y de la biblioteca del Palacio Real de Madrid y reproducidos parcialmente por el Cancionero de 1511.
En sus composiciones líricas, Gómez Manrique se mantiene en la línea tradicional marcada por Juan de Mena, el marqués de Santillana y la lírica galaico-portuguesa, con el tema del amor cortés como telón de fondo, influido por la lírica tradicional provenzal, y con un conocimiento profundo de la poesía lírica clásica; muestra, asimismo, un gran dominio del género desde el punto de vista técnico que convierte esos poemas, cortesanos y fruto muy a menudo de las circunstancias impuestas por las relaciones humanas y sociales, en correctos ejercicios de composición, en concordancia con lo que se esperaba de un completo caballero de la época, inquieto, culto y refinado. Dentro de esa producción amorosa y galante cabe citar las canciones A ti, señora de quién, Con la beldad me prendiste, Castillo de Amor, Porque estando durmiendo le besó su amiga, Profesión que hizo en la Orden del Amor y Vuestros ojos me prendieron.
De entre su poesía satírica y burlesca merecen destacarse Razonamiento del rocín a un paje, donde recoge el tema medieval del diálogo entre caballero y caballo; Coplas que hizo mosén Pero Torrellos contra las damas, alegato en defensa de las mujeres, y Exclamación y querella de gobernación, escrita en contra de Enrique IV y del arzobispo de Toledo, en la que la sátira se mezcla con el tema político. También posee carácter político y una finalidad ciertamente doctrinal su Regimiento de príncipes, poema alegórico compuesto en honor de los Reyes Católicos.
Los Consejos para el señor Diego Arias de Ávila, colección de coplas alegóricas y didácticas dirigidas a atacar las vanidades y lo mutable de las grandezas del mundo, constituyen un verdadero tratado político y doctrinal en verso, que recoge las enseñanzas de la Biblia sobre el ejercicio del poder recomendando un uso moderado del mismo. Tanto por el tema como por ciertos rasgos del estilo, esta obra pudo haber influido sobre las Coplas por la muerte de su padre de su sobrino Jorge Manrique, cuya fuerte personalidad poética ha atenuado en buena parte el mérito real de su tío en la literatura del siglo XV.
Escribió, además, poemas de arte mayor como Consolatoria, composición dirigida a su mujer Juana de Mendoza, y elegías como Defunción del muy noble caballero Garcilaso de la Vega, al estilo de Juan de Mena, y El planto de las virtudes y poesía (1458), compuesto en ocasión de la muerte del marqués de Santillana. Junto a otros dos poetas, continuó las Coplas de los pecados mortales de Juan de Mena.
La producción teatral de Gómez Manrique ocupa un lugar relevante dentro de la historia del teatro primitivo en España. Su Representación del Nacimiento de Nuestro Señor, escrita entre 1467 y 1481 en honor de los monjas del convento de Calabazanos (Palencia), del que era abadesa su propia hermana, y en cuya escenificación parece que intervinieron la reina Isabel y sus damas, es una obra de diálogo mínimo, que consta sólo de ciento ochenta versos octosílabos agrupados en veinte estrofas. La Representación del Nacimiento de Nuestro Señor constituye el primer ejemplo conocido de drama litúrgico desde el Auto de los Reyes Magos (datado éste hacia finales del siglo XII), y es, por lo tanto, la segunda obra más antigua del teatro castellano.
Las Coplas fechas para Semana Santa, en que la Virgen y San Juan lloran ante la Magdalena por la muerte de Cristo, son una feliz versión del Planctus Mariae, un oficio litúrgico antiguo, y recuerdan el tema de una célebre lauda del poeta italiano Jacopone da Todi. Obra de carácter más bien lírico, el juego dramático es escaso. Tanto el Planctus Mariae como las Coplas fechas para Semana Santa muestran temas litúrgicos como el de la entrega de los ángeles al niño Dios de los instrumentos de la pasión, que será un tema esencial en los autos del siglo XVI.
Se han conservado además dos momos o mascaradas del autor: una de ellas la escribió para celebrar el nacimiento de su sobrino; la otra, para celebrar el decimocuarto cumpleaños del infante Alfonso (1467); en su representación intervino también la entonces infanta Isabel. Por el trato que dispensó en su teatro al elemento religioso, pero también al laico, Gómez Manrique viene a ser el precursor del desarrollo del género dramático que, ya en el paso al siglo siguiente y en pleno siglo XVI, representarían Gil Vicente y Lope de Rueda.
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Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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