György Kurtag
(Lugoj, Rumania, 1926) Compositor de origen rumano nacionalizado húngaro. Formado en Budapest y París, inició su obra como compositor en 1959 con un Cuarteto de cuerda escrito poco después de descubrir la escuela de Viena. Su concierto para soprano y piano titulado Opiniones de Peter Bornemisza (estrenado en Darmstadt en 1968) y el ciclo En memoria de un crepúsculo de invierno para soprano, violín y címbalo (1969) lo consagraron internacionalmente.
György Kurtag
György Kurtag comenzó sus estudios musicales en Timisoara a los catorce años, y en 1946 ingresó en la Academia de Música de Budapest, donde prosiguió su aprendizaje de composición con Farkas y Veress, de piano con Kadosa y de música de cámara con Weiner. En 1958 se trasladó a París, donde estudió con Olivier Messiaen y Darius Milhaud.
De regreso a Hungría compuso su primera obra conocida, el Cuarteto para cuerdas op. 1, pieza en la que se evidenciaba la influencia de la escuela de Viena, y en la que ya se aprecian algunos de los rasgos que caracterizarían su obra posterior y más conocida: movimientos cortos, repetición reconcentrada de frases musicales, austeridad en la instrumentación, armonía rigurosa de clara influencia serial y dodecafónica y cierta libertad en el lenguaje.
Su pasión por la poesía le condujo a trabajar en el campo de la lírica, introduciendo textos literarios en sus piezas para conjunto instrumental y voz, en lo que llegaría a ser el principal rasgo distintivo de su música. Así, el concierto Opiniones de Peter Bornemisza, op. 7 (1963-1968) fue su primer éxito internacional en este nuevo camino.
En sus composiciones, la parte instrumental enfatiza el mensaje literario o bien lo sustituye representándolo siempre mediante un código personal en el que distintas formas musicales (algunas de ellas recuperadas de estilos tan lejanos en el tiempo como el barroco) se asocian a los diversos significados de la simbología poética. Tan estrecha y compleja es esta analogía que el autor fue capaz de crear obras llenas de significado en ausencia de voz, como en el caso de Ocho piezas para piano (1960).
La importancia de György Kurtag dentro del panorama musical húngaro fue creciendo, y en 1968 fue nombrado profesor de música de cámara en la Academia Listz de Budapest, cargo que ostentó hasta su jubilación en 1986. Su composición más conocida es Mensajes de la difunta R. V. Trousova (1981), sobre veintiún poemas de Rimma Dalos, a partir de la cual su popularidad aumentó de forma considerable en toda Europa.
También merecen especial mención, entre las obras líricas, En memoria de un crepúsculo de invierno (1969), para soprano, violín y címbalo; Cuatro canciones sobre los poemas de Janos Pilinszky, op. 11 (1975); Siete canciones, op. 22 (1981), para soprano y címbalo; Homenaje a Luigi Nono (1981); Fragmentos de Kafka, op. 24 (1985-1986), para soprano y violín; y ¿Cuál es la palabra?, op. 30 (1991), para voz y conjunto instrumental, con texto de Samuel Beckett.
Entre las composiciones exclusivamente instrumentales destacan la sinfonía fúnebre Stele (1944); Quinteto de viento (1960); Ocho dúos para violín y címbalo (1969); Juegos para piano (1973-1976); Homenaje a Mihály András. Doce microludios para cuarteto de cuerda, op. 13 (1977); Casi una fantasía, op. 27 (1988), para piano y conjuntos instrumentales; y Officium breve in memoriam Andrae Szervansky, op. 28 (1988- 1989), para cuarteto de cuerdas.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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