Helmut Kohl
(Ludwigshften, Palatinado, 1930) Político alemán que fue canciller de Alemania entre 1982 y 1998. Procedente de una familia de clase media de Alemania occidental, Helmut Kohl estudió historia y ciencias políticas en la Universidad de Heidelberg. Con sólo quince años, concluida la Segunda Guerra Mundial, se integró en las juventudes del recién fundado partido Unión Demócrata Cristiana (CDU). Durante una larguísima carrera política en la que siguió fielmente la estela de Konrad Adenauer, fue ocupando puestos políticos de responsabilidad creciente en su Land natal de Renania-Palatinado, hasta llegar a presidir el gobierno regional (1969).
Helmut Kohl
De allí saltó a la política nacional avalado por su buena gestión, y se convirtió en presidente de la CDU en 1973. Aunque su partido obtuvo buenos resultados en las elecciones siguientes (1976), la coalición entre socialdemócratas y liberales permitió que el poder siguiera en manos de Helmut Schmidt, quedando Kohl como líder de la oposición en el Parlamento Federal de Bonn. En la siguiente convocatoria electoral, en 1980, se vio obligado a ceder la candidatura democristiana a la Cancillería en favor del bávaro Franz Joseph Strauss, que resultó derrotado por un amplio margen.
Kohl continuó ejerciendo el liderazgo de la oposición hasta que, en 1982, los liberales se desmarcaron de la mayoría socialdemócrata que apoyaba al gobierno; una moción de censura de liberales y democristianos desplazó a Schmidt y convirtió a Helmut Kohl en canciller de la República Federal Alemana. Siguió ocupando ese puesto hasta 1998, batiendo el récord de longevidad política que ostentaba Bismarck; para ello tuvo que ganar cuatro elecciones generales sucesivas: las de 1983 y 1987 en la Alemania occidental y las de 1990 y 1994 ya en la Alemania reunificada.
El logro principal de Kohl fue la reunificación de las dos zonas en las que había quedado dividida Alemania al término de la Segunda Guerra Mundial: aprovechando hábilmente la apertura política promovida por Gorbachov en el bloque socialista y el consiguiente hundimiento del régimen comunista de la Alemania oriental (República Democrática Alemana) en 1989, Kohl impulsó el triunfo electoral de sus socios democristianos del Este y una rápida reunificación del país (1990) por la vía de integrar a los Lander orientales en la República Federal Alemana, antes limitada a la parte occidental. A pesar del entusiasmo que suscitó inicialmente el logro inesperado de ese objetivo largamente deseado por la población de las dos Alemanias, la forma en que se realizó la unificación tuvo costes sociales, económicos y políticos muy altos, haciendo aumentar el paro, la desigualdad y la xenofobia en el país.
Por lo demás, en la brillante gestión de Kohl cabe destacar su decidido europeísmo, basado en el reforzamiento del eje franco-alemán para profundizar la integración y ampliación de la Comunidad Europea (Unión Europea desde 1993); con una política económica apegada a la ortodoxia liberal incrementó el protagonismo de Alemania como motor económico de Europa y eje de su anunciada unificación monetaria.
Leal al compromiso político-militar fundamental con Estados Unidos (inició su gestión logrando que el Parlamento aprobara el despliegue en territorio alemán de los misiles americanos de alcance medio), Kohl supo, sin embargo, incrementar la independencia y el protagonismo internacional de Alemania, rentabilizando su éxito económico y su peso en las instituciones europeas para aumentar su presencia en todo el mundo, especialmente en Europa oriental y los Balcanes. Por lo demás, Kohl se mostró siempre como un político pragmático, hábil para la improvisación, la negociación y la transacción, pero también fiel a sus principios ideológicos, con sentido de Estado y visión de futuro.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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