Abdul Karim Kassem

(Abd al-Karim o Abdul Karim Qasim o Kassem; Bagdad, 1914 - 1963) Militar y político iraquí, presidente de la República de Irak desde 1958 (tras un golpe de estado que derrocó la monarquía del rey Faysal II) hasta su muerte. Nació en un barrio pobre de Bagdad. Su padre cultivaba con poco éxito maíz en las orillas del río Tigris, por lo que sufrió bastantes carencias durante su infancia. Realizó sus estudios primarios en Bagdad. Cuando tan solo contaba con diecisiete años ingresó en la Academia Militar de Irak.


Abdul Karim Kassem

Se graduó con el grado de segundo teniente en 1934. Posteriormente fue instructor en la propia Academia Militar de Irak. Ingresó en el Estado Mayor del ejército en 1939. Participó en la revuelta pro-alemana que se produjo en el seno del ejército en 1941, en plena Segunda Guerra Mundial. Ese mismo año obtuvo el mando de un batallón con el que luchó contra las rebeldes tribus kurdas del norte de Irak. Por su participación en esta campaña obtuvo la mayor condecoración concedida por el ejército iraquí. En 1942 entabló amistad con Abdul Salim Arif, con el que comenzó a plantearse la idea de derrocar al monarca iraquí, Faysal II.

Participó en 1948 como comandante de una unidad militar en la primera guerra árabe-israelí Tras la guerra viajó por un período de seis meses a Reino Unido con el fin de completar su formación militar. A su regreso a Irak en 1955 fue ascendido a general de brigada. Con este nuevo rango encabezó las fuerzas iraquíes que intervinieron en Jordania durante la crisis del canal de Suez en 1956. Su pericia en el combate hizo que se ganara el respeto y admiración de su colegas. Creó en el seno del ejército una organización de oficiales, llamada los Oficiales Libres, que exigían el cambio del régimen. Junto con la mayoría de la opinión pública iraquí estaba en contra de la política pro-occidental promovida por la monarquía. En 1957 consiguió reunir bajo su control todos los grupos de oposición a la monarquía que habían surgido en el seno de ejército.

Kassem encabezó el golpe de Estado militar que derrocó a la monarquía del rey Faysal II el 14 de julio de 1958. Aprovechó una maniobra planeadas por el gobierno para hacerse con el control de Bagdad y del Palacio Real. Durante el golpe fue asesinado el monarca y diecinueve miembros de su familia. Kassem proclamó la República de Irak y se autoproclamó presidente de la misma, con Arif como vicepresidente. En el nuevo gabinete que formó se guardó para si mismo las carteras de Interior y de Defensa. Paulatinamente fue acumulando más poderes hasta convertirse en un auténtico dictador. Emprendió una serie de reformas de tipo social, económico y social de orientación izquierdista con el fin de desarrollar y modernizar el país.

Por aquel entonces el mundo árabe vivía un momento de euforia panarabista con la formación de la República Árabe Unida (RAU) por parte de Egipto y Siria a comienzos de 1958. Ambos países invitaron a unirse a la República a Kassem, quien manifestó que quería conseguir la estabilidad interna del país antes de plantearse integrarse en cualquier federación. Esto molestó al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, que trató de promover su caída. El presidente egipcio le acusaba de oponerse a la unión del mundo árabe y de dar la entrada al comunismo en Oriente Medio.

Los grupos nasseristas existentes en el seno del ejército iraquí comenzaron a moverse para derrocar a Kassem. A la cabeza de ellos se encontraba Abdul Salim Arif, vicepresidente del país y uno de los más cercanos colaboradores desde su juventud del presidente, pero que además era un ferviente nasserista. A finales de 1958 Kassem acusó a Arif de estar detrás de un complot para asesinarle por lo que le destituyó, le juzgó y le condenó a muerte, aunque posteriormente le indultó y le envió como embajador a Alemania.

Kassem comenzó a anunciarse como el único padre de la revolución que trajo la República, y comenzó a buscar una alianza con el Partido Comunista de Irak. En 1959 su régimen se vio envuelto en una profunda crisis, a causa de la sublevación de los kurdos, pueblo que pedía una mayor autonomía. Su política exterior estuvo marcada por el enfrentamiento con Egipto y por sus reclamaciones sobre la soberanía de Kuwait. En marzo de 1959 la oposición proegipcia del ejército se sublevó en la ciudad de Mosul, aunque el grueso del ejército permaneció fiel al presidente.

Tras superar esta conspiración inspirada por El Cairo, llevó a cabo una brutal represión en el seno del ejército, destituyendo a doscientos oficiales que consideraba de fidelidad dudosa. Expulsó del país a todos los ciudadanos sirios y cerró todas las agencias y oficinas egipcias. Poco después denunció los acuerdos con la Irak Petroleum Company, que tenía la exclusividad de la explotación de los pozos petrolíferos del país y fundó la Compañía Petrolífera Nacional de Irak, que comenzaría a explotar parte de los pozos.

Estos hechos le hicieron ganarse la enemistad de occidente, que le acusaba de llevar a cabo una política de orientación procomunista. Estas críticas se acentuaron todavía más cuando en abril rechazó cualquier tipo de ayuda americana. El 24 de marzo de 1959 abandonó el Pacto de Bagdad, del que formaban parte Reino Unido, Irán, Turquía y Paquistán. Por estas circunstancias su régimen se encontraba cada día más aislado en el plano internacional.

La crisis nacional se agravó cuando los comunistas, sus antiguos aliados promovieron una huelga general. Esto hizo que buscase el apoyo de ciertos sectores civiles, gracias a los cuales pudo purgar a los comunistas del ejército y de la policía. Los comunistas y los nacionalistas se aliaron para acabar con su vida. El 7 de octubre de 1959 sufrió un atentado cuando su coche fue acribillado a balazos por elementos nacionalistas. Desde el hospital acusó a la RAU de estar detrás de este complot contra su persona.

La mayoría de los implicados en el suceso, entre los que se encontraba Saddam Hussein, se vieron obligados a dejar el país. El atentado hizo que el presidente decidiera no abandonar Bagdad, ya que allí se sentía más seguro. Su autoritarismo le hacía cada vez contar con menos apoyos. Durante 1960 suspendió las actividades de todas las organizaciones políticas e intensificó la represión contra los elementos opositores en el seno del ejército y las instituciones civiles. Trataba de gobernar al margen de los nasseristas y los comunistas, lo que produjo una gran tensión en el seno del país. Para ganarse el apoyo popular intensificó las reformas sociales: distribuyó tierras limitando el tamaño de las propiedades, concedió más derechos a las mujeres y aceleró la nacionalización de las compañías petrolíferas.

Las tensiones con occidente se intensificaron en abril de 1960 cuando anunció la creación de un ejército preparado para defender los intereses de Palestina. La rebelión kurda se intensificó durante la primavera de 1961, ya que Kassem seguía negándose a concederles una mayor autonomía. Su fracaso en la represión de la rebelión le hizo perder los últimos apoyos que conservaba en el seno del ejército y entre la población. Numerosos militares que se encontraban indecisos tomaron la decisión de unirse a una conspiración que se encontraba en marcha para derrocar a Kassem encabezada por Arif. La crisis se agravó cuando el presidente anunció ese mismo año su intención de invadir Kuwait para convertirla en una provincia iraquí.

Para tratar de reducir la tensión política en enero de 1961 anunció la liberación de 200 presos políticos y decretó la finalización del toque de queda. Sin embargo los continuos enfrentamientos callejeros protagonizados por nacionalistas y comunistas le llevaron a volver a decretar el toque de queda en marzo. En un intento desesperado de conservar el poder a finales de 1962 anunció la creación de la República Popular Árabe de Irak, la celebración de elecciones libres y la redacción de una nueva Constitución. Fue derrocado en febrero de 1963 por un golpe militar de corte baasista, tras unos violentos enfrentamientos en las calles de Bagdad. Fue detenido, condenado a muerte y fusilado.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].