Alexéi Jomiakov

(Aleksey o Aleksei Stepànovitx Khomiakov o Khomyakov; Moscú, 1804 - Ternóvskoie, 1860) Filósofo, teólogo y escritor ruso. Es autor de poesías líricas, de tragedias y de escritos teológicos contra el catolicismo y el protestantismo, entre los que destacan Algunas palabras sobre las comuniones occidentales, por un cristiano ortodoxo (1855) y La Iglesia latina y el protestantismo desde el punto de vista de la Iglesia de oriente (1858).


Alexéi Jomiakov

Nacido en el seno de una familia noble y profundamente ligada a la Iglesia ortodoxa y a las tradiciones de Rusia, el joven Jomiakov creció en San Petersburgo y en Moscú, donde recibió una sólida formación universitaria. Terminados sus estudios, siguió por unos años la carrera militar (1822-1825); viajó luego por Europa occidental y a su regreso se estableció en San Petersburgo. Después de participar en la guerra contra Turquía (1828), Jomiakov se retiró definitivamente para consagrarse enteramente a sus investigaciones personales. En adelante, como tantos nobles moscovitas de su época, pasaría los meses de verano en el campo y el invierno en Moscú.

La amplitud de sus intereses (literatura, historia, filología, filosofía, teología, mecánica, economía...) da una idea de su cultura universal, de sus conocimientos enciclopédicos y de su brillante inteligencia; y en una constante preocupación por sintetizarlo todo, Jomiakov buscó su integración en una óptica fundamental. También llamó la atención en los salones literarios y filosóficos de Moscú como dramaturgo y poeta, pero no pasó de ser un escritor mediocre.

Brillante polemista, se impuso rápidamente como el jefe de filas y el animador del grupo de los eslavófilos que se opuso al grupo de los occidentalistas en cuanto a la interpretación del destino de Rusia. La aportación más original y la significación permanente de Alexéi Jomiakov está en sus trabajos eclesiológicos. G. Samarine, su discípulo y amigo íntimo, escribe: «La Iglesia era para él el centro viviente de donde salían y adonde volvían todos sus pensamientos; se colocaba ante ella y según su ley se juzgaba interiormente a sí mismo; se alegraba con todas las alegrías de ella y sus sufrimientos le causaban a él un dolor interior profundo que sentía con toda su alma. Sí, él vivía en ella; no encontramos otra expresión.» La Iglesia ortodoxa es, según Jomiakov, la manifestación sobre la Tierra de la verdad sin mezcla alguna y de la justicia indestructible, así como el lugar de la verdadera libertad.

Para Jomiakov, la Iglesia es totalmente interior; sólo el creyente percibe su realidad profunda. La Iglesia es el organismo viviente de la verdad confiado al amor mutuo, o dicho de otra manera, la libertad en la unidad y la unidad en la libertad, o con otras palabras, la libertad en la armonía de sus funciones. Esta noción de la Iglesia es designada por la palabra sobornost. Los detractores de la obra de Jomiakov afirman que los puntos que puedan considerarse acertados de esta eclesiología no deberían ocultar sus lagunas, como, por ejemplo, un cierto desconocimiento de la Iglesia como institución jerárquica querida por Jesucristo, carisma de unidad trasmitido a partir de los apóstoles hasta nosotros.

A nivel filosófico, Alexéi Jomiakov ayudó al pensamiento ruso a liberarse del hegelianismo. Lo que Jomiakov reprochó a Friedrich Hegel es el haber considerado el movimiento del concepto en la inteligencia personal como idéntico al movimiento de la misma realidad. Ahora bien, el razonamiento no es la totalidad del espíritu; la razón total está por encima del razonamiento. Solamente la vida es el punto de partida y el punto de llegada del análisis filosófico. La fe y la plenitud de la vida elevan la razón a un nivel en el que el hombre total alcanza el orden de la verdad. Las obras completas de Jomiakov fueron publicadas en ocho tomos en Moscú entre 1900 y 1904.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].