Juan Eugenio Hartzenbusch

(Juan Eugenio Hartzenbusch Martínez; Madrid, 1806-1880) Escritor y erudito español que alcanzó notoriedad con el drama Los amantes de Teruel (1837), obra considerada uno de los principales hitos del drama romántico junto a Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas (1835), y El trovador, de Antonio García Gutiérrez (1836).


Juan Eugenio Hartzenbusch

Hijo de un ebanista alemán, Juan Eugenio Hartzenbusch tuvo que compaginar su juvenil afición a las letras con el ejercicio de diversas ocupaciones: colaboró en el taller paterno, consiguió un empleo de taquígrafo del Congreso y trabajó como tipógrafo en la revista La Gaceta de Madrid. El éxito de su obra Los amantes de Teruel, estrenada en 1837, consolidó su posición económica y le permitió dedicarse plenamente a la literatura. Con posterioridad fue director de la Biblioteca Nacional, académico de la Real Academia Española y miembro de diversas comisiones para la regeneración del teatro español.

Su carrera literaria se inició con traducciones de obras francesas y con algunas adaptaciones de comedias del Siglo de Oro como El amo criado de Francisco de Rojas Zorrilla, representada en 1829. A partir de 1831, año en que estrenó el drama histórico Las hijas de Gracián Ramírez, su producción se caracterizó por la clara adscripción al movimiento romántico, así como por una cuidada corrección estilística. La mayor parte de sus piezas teatrales fue compuesta en verso, o bien en una combinación de prosa y verso.

Los amantes de Teruel, su creación más conocida, está inspirada en la leyenda de Romeo y Julieta y en dramas anteriores de autores de los siglos XVI y XVII como Tirso de Molina, Andrés Rey de Artieda o Juan Pérez de Montalbán. En ella se narran los trágicos amores de Diego de Marsilla e Isabel de Segura. Obligado a ausentarse durante un plazo determinado con el fin de obtener fortuna, Diego pide a su amada que lo espere hasta su regreso. Sin embargo, mientras la reina mora de Valencia retiene a Diego, el destino fuerza a Isabel a contraer matrimonio con otro hombre. Al enterarse, Diego muere de dolor, lo que también provoca la muerte de ella. La pieza, de la que el autor publicó hasta tres versiones, posee una gran fuerza dramática, y aunque el tema había sido ampliamente tratado, la obra de Hartzenbusch ostenta un sello original a causa de su cuidada estructura y su pulcritud formal.

Después de Los amantes de Teruel escribió varios dramas históricos y legendarios, como Doña Mencía o la boda en la Inquisición (1838), Alfonso el Casto (1841) y La jura de Santa Gadea (1845), basado en la figura de El Cid Campeador. Entre sus comedias de magia destacan La redoma encantada (1839) y Los polvos de la madre Celestina (1840). También fue autor de tres sainetes en prosa: La visionaria (1840), La coja y el encogido (1842) y Juan de las Viñas (1844). En el terreno de la poesía, su libro Fábulas (1861) consiguió un gran éxito de lectores y fue repetidamente reimpreso. Escribió asimismo algunos textos costumbristas y algunos relatos breves como Historia de dos bofetadas o Margarita la paloma.

En la madurez se dedicó cada vez más a tareas eruditas. Muy importante resulta su actividad de editor, meritoria por la difusión, a través de la Biblioteca de Autores Españoles, del teatro de Tirso de Molina, Lope de Vega, Calderón de la Barca y Juan Ruiz de Alarcón; dirigió, además, la edición de la obra póstuma de Leandro Fernández de Moratín y apostilló el tercer tomo de la edición de 1871-1879 de Don Quijote de la Mancha. Condecorado con las cruces de Isabel la Católica y de Carlos III, rechazó el cargo de senador, satisfecho ya con su vida de estudio.

Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].