Eduard Hanslick
(Praga, 1825 - Viena, 1904) Musicólogo y crítico musical austriaco. Recibió durante su juventud una formación musical completa, primeramente de sus padres y luego del compositor bohemio Tomaschek, y pensó dedicarse a la composición o a la carrera de concertista; más tarde, sin embargo, reconoció su incapacidad creadora, e ingresado al servicio del Estado tras su graduación en leyes, empezó al mismo tiempo a introducirse en el periodismo musical.
Eduard Hanslick
Establecido en Viena en 1846, publicó en la Wiener Musikzeitung un largo ensayo sobre Tannhäuser, que un año antes había tenido ocasión de oír en Dresde; el texto le valió una lisonjera carta de agradecimiento de Richard Wagner y la colaboración en los periódicos vieneses. El nombramiento para un cargo público en Klagenfurt (1948) le alejó de la vida musical de la capital; sin embargo, en 1852 pudo obtener el deseado traslado, y volvió a dedicarse de nuevo a sus anteriores actividades: de crítico musical del órgano gubernativo Wiener Zeitung, pasó en 1885 al importante y difundido periódico Die Presse, y luego (1864) al Die Neue Freie Presse, que sucedió al anterior.
Desde tales tribunas Eduard Hanslick llegó a ser considerado como una autoridad en la vida musical vienesa, y contribuyó intensamente a la renovación operada en ella durante la segunda mitad del siglo, que la sacó de la vacía y superficial brillantez en que languidecía. La publicación del breve pero célebre tratado de estética De lo bello en la música (1854) le abrió las puertas de la Universidad de Viena, donde, en octubre de 1856, empezó a dar gratuitamente lecciones que muy pronto se convirtieron en un acontecimiento mundano y cultural de la vida vienesa.
Tres años después Hanslick se vio excepcionalmente admitido en el escalafón del profesorado, lo que le permitió abandonar la burocracia y dedicarse por completo al ejercicio de la crítica musical. Ferviente admirador de Robert Schumann y Felix Mendelssohn, se opuso a las nuevas evoluciones del arte wagneriano y a las tendencias descriptivas del romanticismo musical promovido por Franz Liszt y su grupo de Weimar. Como paladín de la música pura y de una persistencia de la tradición clásica aun dentro del gusto romántico, se convirtió de modo natural en el apóstol del sistema sinfónico de Brahms y enemigo de la corriente wagneriana. Wagner se vengó duramente de sus ataques esbozando una caricatura de Hanslick en el personaje de Beckmesser, de Los maestros cantores.
Con todo, la aversión a los criterios de la dramaturgia wagneriana y la antipatía hacia las poses de la "religión de Bayreuth" jamás cegaron a Hanslick lo bastante para no dejarle comprender la fuerza del genio artístico de Wagner; y, en otra dirección, le indujo a un juicio sobre los valores del melodrama italiano de una ecuanimidad que no hubiera podido esperarse en los años de su juventud. Y así, fue uno de los observadores más inteligentes y comprensivos de la ascensión de Giuseppe Verdi, desde Aida hasta la Misa de Réquiem, y de Otelo a Falstaff.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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