Il Guercino
(Giovanni Francesco Barbieri; Cento, 1591 - Bolonia, 1666) Pintor italiano considerado uno de los artistas más representativos del Barroco. Junto con Guido Reni, Il Guercino se dejó impresionar por los intensos contrastes lumínicos de Caravaggio, pero nunca se apartó del todo del clasicismo de los Carracci. De hecho, enmendó las influencias caravaggistas suavizando el claroscuro, para abandonarlas finalmente en aras de un estilo propio en el que la luz no tiene ya la precisa funcionalidad dramática y el énfasis y potencia de su época juvenil se atemperan, sacrificándolos a una perfección clásica que en general parece fría, pero que posee el valor de su excepcional calidad de colorista delicado y sensible.
Cristo y la samaritana (c. 1641)
Nacido en Cento, en las proximidades de Bolonia, Giovanni Francesco Barbieri recibió el sobrenombre de Il Guercino («el Bizco») por una forma de estrabismo que padeció desde niño. Estudió con Bartolomeo Bertozzi y luego con Benedetto Gennari el Viejo; más tarde, a través de Giovanni Battista Cremonini, entró en contacto con el ambiente artístico de los Carracci, y se sintió especialmente atraído por la pintura de Ludovico Carracci.
En 1616 tuvo en Ferrara su primer contacto, a través de Scarsellino, con los métodos pictóricos venecianos, que luego tuvo la oportunidad de conocer a fondo durante su estancia en Venecia (1618) con el estudio de los grandes maestros venecianos del siglo XVI. Los cuadros de su periodo inicial (1615-1620), pero especialmente los posteriores a su estancia de 1618 en Venecia, como Susana y los viejos y San Guillermo de Aquitania, tienen un color cálido e intenso y juegos de luces y sombras, y representan sin duda una parte muy atractiva de su obra.
La sepultura (1656)
Llamado a Roma por el papa Gregorio XV en 1621, llevó a cabo, entre otras obras, la María Magdalena conservada en la Pinacoteca del Vaticano, el Entierro de Santa Petronila de la Galería Capitolina y la admirable decoración del Casino Ludovisi, con la representación en el techo de La aurora, una de las obras maestras del Barroco. La libertad de composición y la eficacia cromática y lumínica de La aurora de Il Guercino, en marcado contraste con la estrecha cuadratura de Agostino Tassi, surge como un hecho totalmente nuevo en el ambiente romano y más precisamente en marcada contraposición con la clásica realización del mismo tema por parte de Guido Reni en el Palacio Rospigliosi.
Tras la muerte del pontífice en 1623, regresó a Cento y permaneció allí trabajando intensamente hasta 1642, fecha en que se instaló en Bolonia; acudió allí para sustituir al fallecido Guido Reni al frente de la fábrica de pintura religiosa de Bolonia. La decoración de la cúpula de la catedral de Piacenza data de 1626; de 1630 es el Cristo apareciéndose a la Virgen, obra muy celebrada, pero que ya delata la próxima crisis del artista. La influencia de Guido Reni se vuelve cada vez más clara y, con ella, el arte de Il Guercino se vuelve académico, tanto en la composición, en el color y en la ejecución como en los temas y motivos. La transformación sufrida por la pintura Il Guercino es la prueba más clara de la crisis de cultura artística que se produjo hacia 1630 y que llevó al triunfo del llamado «clasicismo barroco».
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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