Ricardo Adolfo de la Guardia

(Ciudad de Panamá, 1899-1969) Político panameño, presidente de la República desde 1941 hasta 1945. Destacada figura pública, ocupó importantes puestos en la administración panameña desde 1936, momento en que fue nombrado gobernador de la provincia de Panamá; en 1938 ocupó el puesto de superintendente del Hospital de Santo Tomás.


Ricardo Adolfo de la Guardia

En 1940, tras ser elegido presidente Arnulfo Arias Madrid, fue nombrado ministro de Gobierno y Justicia, puesto que ocupó hasta la caída del presidente Arias, el 9 de octubre de 1941. Ricardo Adolfo de la Guardia se había mostrado muy pronto contrario al gobierno de Arias Madrid, y organizó un golpe de fuerza para hacerse con el poder. Para la realización del golpe contó con la colaboración de algunos miembros del gobierno y del presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, el cual autorizó al servicio secreto para que interviniera en el derrocamiento de Arnulfo Arias.

Tras la salida de Arias del país, subió al poder el vicepresidente segundo, Ernesto Jaén Guardia, el cual dimitió inmediatamente después de ser designado, puesto que la verdadera intención de los golpistas era que Ricardo Adolfo de la Guardia asumiera la jefatura del Estado; con esta maniobra pretendían dar cierta legalidad a la subida de éste al poder. De la Guardia, tras asumir la presidencia, justificó su acción criticando las actuaciones llevadas a cabo por Arnulfo Arias, al que acusó de abandonar el país, sin el consentimiento del Congreso, durante su mandato; y comunicó a los representantes de la nación su intención de formar un gobierno que contara con el apoyo de todas las fuerzas políticas del país, ya que se proponía solucionar los graves problemas, que en su opinión, dificultaban la buena marcha de Panamá y sus relaciones con el exterior.

De la Guardia abandonó la política nacionalista llevada a cabo por Arias Madrid y tomó medidas para asegurar que se llevara a cabo una política de cooperación con los Estados Unidos, lo cual le afianzó más en el poder. Como prueba de su buena voluntad y apoyo a Estados Unidos, el 9 de diciembre de 1941 Panamá declaró la guerra a Japón, tras el ataque de la aviación japonesa (el 7 de diciembre de ese mismo año) a la base militar de Pearl Harbour.

El interés de su gobierno se centró en organizar la defensa del Canal de Panamá. Para ello contó con la plena colaboración de Estados Unidos, ya que estaba en juego no sólo una importante zona estratégica para los Aliados, sino también una zona de vital importancia para los intereses económicos estadounidenses. Así, en enero de 1942, la Marina de los Estados Unidos se hizo cargo de la defensa del Golfo de Panamá.

Poco tiempo después, el 18 de mayo, se produjo un encuentro entre los ministros de exteriores de Panamá y Estados Unidos, que tuvo como resultado la firma del Convenio de Bases Fábrega-Wilson, por el cual se daba permiso al ejército estadounidense para establecer en el territorio de Panamá 134 bases militares, aéreas y navales, de forma transitoria. Gracias a la política de cooperación desarrollada por Ricardo de la Guardia se inició en Panamá un periodo de calma política, que se mantuvo durante toda la Segunda Guerra Mundial.

En materia de política interior, aprovechando la estabilidad de su mandato, Ricardo Adolfo de la Guardia decidió emprender una gran reforma política en el país. En mayo de 1945 se convocaron elecciones con el fin de formar una nueva Asamblea Constituyente, en la cual sus miembros estarían encargados de llevar a cabo la redacción de una nueva Constitución, que entró en vigor el 1 de marzo de 1946.

De la Guardia finalizó su mandato presidencial antes de la promulgación de la nueva constitución, debido a que tras una breve crisis política, el 15 de junio de 1945, la Asamblea Constituyente decidió entregar el poder al primer vicepresidente, Enrique Adolfo Jiménez, el cual permanecería en el cargo hasta el 1 de octubre de 1948. Durante los años en que Ricardo de la Guardia detentó el poder fue inaugurada la Biblioteca Nacional de Panamá y finalizaron las obras, iniciadas en 1940, de la importante carretera que unió las ciudades de Panamá y Colón.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].