José Manuel Groot
(Bogotá, 1800-1878) Escritor, pintor, periodista e historiador colombiano. Se ganó la vida como pintor de cuadros rústicos de costumbres granadinas, especialmente de la sabana y de su ciudad de origen. Después de la independencia de España, en 1819, se vinculó a la logia masónica hasta 1830; viró entonces su ideario filosófico y religioso y se convirtió en apologista de la Iglesia católica y en figura visible del bando conservador, mudanza que se aprecia en su producción periodística. Como historiador, su obra fundamental es la Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada (1869), para la que realizó una cuidadosa investigación.
José Manuel Groot
Originario de una familia de la burguesía criolla que con el tiempo abrazaría la causa de la independencia, José Manuel Groot cursó sus primeros estudios bajo el magisterio del cubano Manuel del Socorro Rodríguez, que fue director de la Biblioteca Nacional de Bogotá y uno de los próceres del periodismo colombiano; con el pintor y dibujante quiteño Mariano Hinojosa (ya entonces se le había despertado al niño Groot su vocación por las artes plásticas), quien le enseñó la técnica de la acuarela, la del pastel y la de la miniatura; y con el pedagogo José María Triana después de que la familia se mudara a Zipaquirá, localidad de la que su padre había sido nombrado corregidor y comandante de milicias por Antonio Nariño, entonces presidente de una Cundinamarca efímeramente independizada de España.
En 1814 la familia se trasladó a su hacienda de Susatá. Fue un momento muy importante en la formación pictórica y literaria del joven Groot, en concreto por su encuentro con las costumbres y paisajes de la sociedad rural: allí compuso sus primeros poemas y pintó sus primeras telas costumbristas. En 1816, con la entrada en Bogotá del general Pablo Morillo, los ejércitos realistas sofocaban aquella primera intentona independentista del virreinato de Nueva Granada. Su padre y su tío fueron encarcelados, y la familia despojada de sus bienes. Al año siguiente encontramos a Groot acudiendo al taller de pintura del reconocido Pedro José Figueroa; su formación pictórica se revelaría bien pronto sumamente oportuna, porque su padre falleció en 1819 y el joven José Manuel pudo sostener a la familia con la venta de sus primeras obras pictóricas.
Por aquel entonces tuvo como preceptor a otro tío suyo, esta vez de su familia materna, Francisco de Urquinaona, un acomodado comerciante que, además de iniciarle en la lectura de los ilustrados franceses (Jean-Jacques Rousseau, Voltaire, Montesquieu), lo movió al conocimiento de otros idiomas, particularmente el francés. En 1821 Urquinaona decidió que su sobrino lo acompañase en un viaje a Jamaica (única estancia de Groot fuera de su país en toda su vida), adonde acudía con un cargamento del té de Bogotá descubierto por José Celestino Mutis en su Real Expedición Botánica. Volvió a Colombia en 1823.
Entre 1824 y 1827 fue oficial escribiente de la Secretaría de Guerra y Marina, bajo las órdenes del general Carlos Soublette, y a continuación fundó en Bogotá una escuela para alumnos internos y pensionistas (1828), donde introdujo, con el espíritu ilustrado francés, las asignaturas de dibujo, música, pintura e historia antigua; estuvo en funcionamiento durante dos años. El conocimiento del comerciante inglés Joseph Brown (llegado a Colombia en 1826) resultó fundamental para su carrera pictórica, pues le animó a que practicara dicha disciplina (los famosos álbumes de viajes y viajeros de la época) y se convirtió en un verdadero mecenas. Así, Groot realizó, desde la óptica de la escuela realista de pintura europea, numerosas representaciones costumbristas de la vida rural y urbana de su tiempo (acuarelas, carboncillo, pluma) que acabarían adornando las colecciones y paredes de las residencias de la burguesía inglesa.
En esa época no sólo abandonó la masonería, a la que se había acercado en su juventud bajo el patrocinio de su tío Pedro Groot, sino que sus ideas religiosas y políticas derivaron desde el liberalismo de su juventud (abandonó el partido liberal en 1834) hacia un catolicismo conservador del que sería destacado apologista. Bajo estos presupuestos, Groot reabrió su antigua escuela (1834-1840), al tiempo que se introducía en los estudios históricos, el periodismo y la política. Respecto a este último campo, fue elegido representante de la Cámara de Diputados en 1836, tesorero de la provincia de Bogotá (1844), representante al Congreso por Bogotá (1853-1857) y miembro de la Junta Central Eleccionaria (1858) por el partido conservador.
En su actividad como articulista y apologista de la Iglesia Católica, su trayectoria se inició con sus colaboraciones en el periódico El Imperio de los Principios (oposición al gobierno de Francisco de Paula Santander) en 1836; desde entonces hasta su fallecimiento trabajó como redactor, caricaturista y articulista en decenas de publicaciones, y publicó panfletos y opúsculos como Los impíos con la cabeza cortada (1839), Refutación de algunos errores del señor Julio Arboleda sobre los jesuitas y sus constituciones (1848), Los misioneros de la herejía en la Nueva Granada o Defensa de los dogmas católicos (1853), Jesucristo o Bentham (1857), en la que atacaba al filósofo inglés Jeremy Bentham, creador del utilitarismo; La religión demostrada por la razón (1857), Refutación analítica del libro de Mr. Ernesto Renan, titulado Vida de Jesús (1865), Observaciones de un católico romano (1862) y Discurso sobre el protestantismo (1874).
En cuanto a su faceta de historiador, su obra cumbre es, sin duda, la Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada (1869), un vasto repaso de la historia de la región desde el descubrimiento de América y la conquista del Darién por Vasco Núñez de Balboa hasta prácticamente su contemporaneidad: el fallecimiento de Simón Bolívar, la disolución de la Gran Colombia y la aparición de la República de Nueva Granada son sus episodios culminantes. A Groot le llevó trece años confeccionarla, entre investigaciones y trabajos de documentación (de los cronistas de Indias a la búsqueda en archivos coloniales y a la lectura de obras de historiadores extranjeros), y fue porque no se limitó a confeccionar un recorrido puramente histórico, sino que se extendió en la descripción de aspectos económicos, antropológicos y sociales.
La producción literaria de José Manuel Groot se inició ya en su madurez. Escribió algunos poemas y libros de cuentos, como Cuadros rústicos de costumbres nacionales (1858) y El apóstol de los negros (1859), narrados en un estilo sencillo y que se hallan entre los mejores ejemplos del costumbrismo colombiano. A Groot se le deben también las biografías de Baltasar de Figueroa (1859) y del pintor novogranadino Vázquez de Arce y Ceballos: Noticia biográfica de Gregorio Vásquez y Ceballos, pintor granadino del siglo XVII, con la descripción de algunos cuadros suyos en que más se da a conocer el mérito del artista (1859), que constituye la primera monografía artística publicada en Colombia.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
[fecha de acceso: ].