Sir Edward Grey de Fallodon

(Sir Edward Grey, primer Vizconde de Fallodon; Oxford, 1862 - Fallodon, 1933) Político inglés, uno de los hombres de Estado británicos más sobresalientes del último siglo. Ocupó los cargos de subsecretario y secretario de Asuntos Exteriores, al frente del cual ostenta el récord de permanencia ininterrumpida en toda la historia de su país (desde 1905 hasta 1916). Como diplomático, desempeñó un gran papel de mediador en las crisis balcánicas que precedieron a la Primera Guerra Mundial, tratando también de evitar la entrada de Alemania en el conflicto. Asimismo, fue el responsable del tratado secreto por el cual Italia se incorporó al bando aliado.


Edward Grey

Nieto de sir Edward Grey, primer barón de Grey, se crió bajo el influjo y la tradición del Partido Liberal, al que perteneció toda su vida. Tras realizar estudios en Winchester y en el Balliol College de Oxford, el joven Grey entró al servicio de Lord Cromer, agente británico en Egipto, en calidad de secretario particular, y fue elegido, en el año 1885, diputado en la Cámara de los Comunes, período éste que pasó sin pena ni gloria hasta el año 1892, cuando fue nombrado subsecretario de Exteriores en el último gabinete presidido por William Gladstone y se dio a conocer como un notable orador y mejor diplomático. Diez años antes, en 1882, Edward Grey había heredado de su abuelo la baronía. En el año 1896, Joseph Chamberlain le encargó una delicada misión diplomática en la India que culminó con gran éxito.

La división de opiniones surgida entre las filas del Partido Liberal a propósito del estallido de la Guerra de los Boers (1899-1902), en el sur de África, propició que Grey, junto con otros significativos miembros del partido, se inclinara por Asquith, quien fundó la Liga Imperialista Liberal. El 10 de diciembre del año 1905, el nuevo primer ministro liberal, Sir Henry Campbell-Bannerman, nombró a Edward Grey secretario de Asuntos Exteriores, precisamente cuando la primera crisis marroquí (1905-1906) había alcanzado su punto más caliente.

Al frente del ministerio, Grey continuó la política llevaba a cabo por su predecesor, el quinto marqués de Lansdowne, consistente en reforzar la entente cordiale entre Francia e Inglaterra para hacer frente a las constantes amenazas militares procedentes de la Alemania imperial. Semejante política causó el recelo inmediato de Alemania, lo cual provocó constantes problemas diplomáticas entre ambos países que a punto estuvieron de desembocar en una guerra abierta.

Cuando el 5 de abril del año 1908 Asquith se convirtió en el nuevo primer ministro británico, Grey fue confirmado en su puesto a pesar de la fuerte oposición que encontró por parte del ala más radical de su partido. Durante la segunda crisis marroquí de Agadir, en el año 1911, Grey comenzó a tantear a Francia para hacer un frente común estable contra la amenaza alemana, para lo cual mantuvo contactos secretos con el embajador francés en Londres, Paul Cambon. Ambos consiguieron meter en el mismo plan defensivo a Rusia, formando una especie de Triple Entente oficiosa que acabaría enfrentándose finalmente con las potencias absolutistas centrales en la Primera Guerra Mundial.

Tras el asesinato en Sarajevo del archiduque austríaco y heredero al trono imperial Francisco Fernando de Austria, perpetrado el 28 de junio del año 1914 por un nacionalista serbio, Grey intentó por todos los medios evitar la entrada de Alemania en el conflicto que se estaba preparando con el propósito de que la guerra no se extendiera a toda Europa. Para ello, en una reunión secreta de representantes de Inglaterra, Alemania, Francia e Italia, Grey ofreció al káiser Guillermo II la ocupación de Belgrado y buena parte de Serbia, que el Gobierno serbio había abandonado a su suerte.

Asimismo, Grey tuvo que intervenir en el Parlamento británico, terriblemente dividido por la posibilidad de entrar en una guerra continental. El 27 de junio, en un discurso ante la Cámara de los Comunes, Grey declaró que si el conflicto quedaba localizado, Inglaterra no tendría necesidad alguna de intervenir, pero en el caso de que las relaciones entre Austria y Rusia se rompieran, la paz de Europa estaría seriamente amenazada y, por consiguiente, sería una cuestión de interés general. La invasión de la neutral Bélgica por parte de Alemania no dejó otra alternativa a Grey, que aconsejó la entrada de su país en la Primera Guerra Mundial.

Una vez comenzada la guerra, Grey fue el inspirador del compromiso entre las potencias aliadas de no firmar negociaciones ni acuerdos de paz con el enemigo por separado. También, el 20 de abril del año 1915, Grey llevó a cabo, bajo el más estricto secreto, la firma del Tratado de Londres, por el que Italia se unía a los aliados y abandonaba la Triple Alianza con Austria y Alemania, al mismo tiempo que solicitaba la inclusión de Estados Unidos en la guerra del lado de los aliados.

La subida al poder del nuevo primer ministro, el conservador David Lloyd George, el 5 de diciembre del año 1916, provocó la dimisión voluntaria de Edward Grey en solidaridad con la salida del gabinete de su amigo Asquith. En reconocimiento a los servicios prestados a la Corona, el mismo año de su retirada fue ennoblecido con el título de vizconde de Fallodon.

Nada más acabar la guerra, en el año 1919 fue enviado a los Estados Unidos en misión diplomática para asegurar la entrada de este país en la futura Sociedad de Naciones, después de lo cual estuvo hasta el año 1924 como jefe de la oposición liberal en el Parlamento, cargo que tuvo que abandonar por su progresivo mal estado de salud. Antes de morir, Grey dejó escritas unas interesantes memorias, publicadas en el año 1925 bajo el título de Twenty-five Years, 1892-1916 (Veinticinco años, 1892-1916).

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].