Karl Graebe
(Karl o Carl Graebe o Gräbe; Francfort del Main, 1841-1927) Químico alemán. Su importancia en el mundo científico radicó en la consecución de la síntesis de la alizarina. Además, fue el introductor los prefijos químicos orto-, meta-, y para-, que han servido para indicar las posiciones de los grupos químicos unidos al anillo bencénico.
Carl Graebe
Graebe estudió química en la Universidad de Heidelberg, institución en la que muy pronto destacó. Al poco tiempo de licenciarse, se le ofreció un puesto de profesor asistente de Robert Wilhelm Bunsen en esa misma universidad. En esa época, A. Kolve llevaba a cabo en Marburgo una serie de investigaciones químicas y solicitó la ayuda de Graebe en sus experimentos, petición que éste no pudo rechazar.
En cuanto a su labor docente, ésta no se limitó a Heidelberg, sino que se extendió también a las universidades de Zürich, Königsberg (1870-1877), Ginebra (1878-1906) y Frankfurt. Desde sus comienzos, sus trabajos de investigación se centraron, principalmente, en el área de los colorantes naturales, además de estudiar la química del fenantreno, del pireno y del criseno.
Su descubrimiento más destacado se produjo en 1869 al lograr sintetizar la alizarina, estudio que realizó en colaboración con Karl Liebermann en la época en la que Graebe mantenía un contrato de colaboración con Adolf von Baeyer en la Universidad de Berlín. Un año antes, y también junto a Liebermann, había demostrado que la alizarina podía ser reducida a antraceno a través de una destilación de polvo de cinc. La síntesis de la alizarina se consiguió a partir de la antiquinona y, al mismo tiempo, se logró determinar la constitución del antraceno.
En junio de ese mismo año, Graebe y Liebermann se aseguraron la patente del proceso de síntesis, hecho de gran importancia ya que este colorante sustituyó a los de fabricación natural en la industria textil. El procedimiento utilizado por ambos científicos posibilitó la producción industrial de este tipo de colorante. A partir de ese momento, Grabe multiplicó sus investigaciones en ese campo y en 1870 obtuvo, junto a H. Caro, la síntesis de la acridina a partir del antraceno. Asimismo, en 1872 descubrió el carbazol en colaboración con K. Glaser.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
[página consultada el ].