John Gilbert
(Jack Pringle; Yogan, 1897 - Beverly Hills, 1936) Actor de cine estadounidense. John Gilbert nació en el seno de una familia del mundo del espectáculo: hijo de los actores John Pringle e Ida Adair, a los diez años dejó la Hitchcock Military Academy para dedicarse al cine. En 1915 comenzó a trabajar como extra para Triangle Films (productora cofundada por D. W. Griffith, Thomas H. Ince y Mack Sennett, entre otros) y en 1917 ya protagonizaba sus propios títulos; al mismo tiempo trabajó como ayudante de dirección y guionista. Su labor como escritor se extendió a lo largo de la década con varios guiones y artículos; años más tarde, en 1928, publicaría unas memorias tituladas Jack Gilbert Writes His Own Story.
John Gilbert
En 1921 firmó un contrato de tres años con la Fox, y poco tiempo después pasó a formar parte de la plantilla de la Metro Goldwyn Mayer. Gilbert se convirtió en un actor prolífico. En la segunda mitad de los años veinte, dos acontecimientos marcaron su vida y su trayectoria: uno fue la muerte de Rodolfo Valentino, su único competidor profesional, acontecida en 1926, y el otro, la aparición de Greta Garbo, que se convirtió en su compañera dentro y fuera de la pantalla.
Con ella coprotagonizó Ana Karenina (1927), El demonio y la carne (1927) o La mujer ligera (1928). Luego fue protagonista absoluto en Downstairs (1932), historia escrita por el mismo actor que es un claro antecedente de la popular serie británica de televisión de los años setenta Arriba y abajo. Greta Garbo se convirtió en su amante y mentora; la actriz reconoció que no había tenido jamás una réplica igual en la pantalla.
La mujer ligera (1928)
Gilbert intentó sin embargo huir de su encasillamiento en papeles de joven galán y amante, así que desarrolló otras facetas en títulos como The Snob (1924), El palacio de las maravillas (1927) o Fast Workers (1933). Cuando su relación sentimental con Greta Garbo terminó, sus interpretaciones comenzaron a oscurecerse y empezó a abusar del alcohol.
A esto se añadió la aparición del sonoro: se le criticaba que su voz no armonizaba con su imagen y presencia en la pantalla, a pesar de los grandes esfuerzos que hizo; de hecho insistió en que su última película muda, Desert Nights (1929) se rodara con sonido, algo que nunca ocurrió. Su primera película hablada, His Glorious Night (1929), era un drama romántico que resultó involuntariamente cómico y señala el inicio de su decadencia. Para muchos estudiosos, el declve no se debió a que su voz fuera inadecuada, sino a que fue saboteada, y el hecho de que protagonizara tan sólo siete películas sonoras antes de su fallecimiento limitó las posibilidades de reflotar su carrera.
La Metro Goldwyn Mayer tampoco contribuyó a que se adaptara, y aunque Greta Garbo le reclamó para algún papel más, sólo interpretó otro título después de La reina Cristina de Suecia (1933). Durante cuatro años, desde que protagonizó El gran desfile (1925), Gilbert se mantuvo en la cima, alcanzó fama mundial y amasó una fortuna. Diez años después había enfermado a causa de la depresión y del alcohol; murió en enero de 1936 de un ataque al corazón.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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