Eduardo Frei Ruiz-Tagle
(Santiago, 1942) Político chileno que fue presidente de la República entre 1994 y 2000. Hijo del presidente Eduardo Frei Montalva, en 1958 ingresó en el Partido Demócrata Cristiano y participó en la campaña que llevó a su padre a la presidencia en 1964. Impulsor del Comité de Elecciones Libres contra la dictadura del general Augusto Pinochet, fue candidato de la Concertación de Partidos por la Democracia, coalición que ganó la convocatoria electoral de 1993, por lo que accedió a la presidencia de la República de Chile. La prosperidad económica constituyó su gran baza frente a los problemas políticos por los que atravesaba el país, entre otros los derivados de la pretendida reforma de la Constitución, vigente desde 1980. En las elecciones legislativas de diciembre de 1997, la coalición por él liderada obtuvo la mayoría absoluta.
Eduardo Frei Ruiz-Tagle
Cuarto hijo de Eduardo Frei Montalva (quien presidió la república chilena entre 1964 y 1970) y de María Ruiz-Tagle, cursó estudios superiores en la Universidad de Chile, en la que se graduaría como Ingeniero civil con mención en hidráulica. Más tarde se especializó en administración y técnicas de gestión en Italia. Dedicado por completo a su profesión, destacó en el ramo de las empresas de ingeniería, llegando a ser un importante empresario del sector.
A la muerte de su padre tomó parte en la estructuración de la Fundación Frei, institución de carácter político y académico dedicada a preservar la obra y los ideales del ex presidente Frei. Ejerció como presidente de la fundación entre 1982 y 1993. En 1988 decidió abandonar sus actividades empresariales y dedicarse enteramente a la política. Ese año impulsó el Comité Pro Elecciones Libres, a cuya fundación contribuyó junto con otras personalidades de las fuerzas democráticas. Participó en la campaña del plebiscito contra el gobierno militar en 1988 como uno de los abanderados del "No" a la continuidad del general Augusto Pinochet en el poder.
En 1989 fue elegido senador por Santiago Oriente, representando al Partido Demócrata Cristiano, y obtuvo la primera mayoría a nivel nacional. En 1991 fue elegido presidente de la Democracia Cristiana con el apoyo de los militantes de todo el país. Ese respaldo lo decidió a presentar su candidatura a la presidencia de la República, primero dentro de su partido (1992) y luego como su representante en la Concertación de Partidos por la Democracia. En una elección primaria dentro de la coalición derrotó a Ricardo Lagos, representante del sector socialdemócrata, y fue proclamado candidato de la alianza de gobierno (1993).
El 11 de diciembre de 1993 fue elegido presidente de la República con el 57,9% de los votos, la mayoría más amplia en la historia del país. El 11 de marzo de 1994 asumió el mando de la nación. El lema central de su campaña había sido "Un gobierno para los nuevos tiempos", haciendo alusión al objetivo de lograr de una mayor estabilidad democrática y a la cercanía del fin del segundo milenio.
Durante su gobierno (1994-2000) se emprendieron importantes reformas destinadas a la modernización del aparato estatal. En el sistema educativo se aumentó la cantidad de horas de estudio y de trabajo escolar para los estudiantes, se inició la formulación de nuevos planes de estudio y se continuó con el programa de atención preferente para los centros educativos que mostraban los peores indicadores de rendimiento y las mayores deficiencias socioeconómicas. Todo ello se acompañó de mejoras en los sueldos del profesorado y una elevación en la valoración social de la actividad docente. Algunas de estas reformas se habían ya emprendido en el mandato del presidente Patricio Aylwin, que lo antecedió en el cargo. Una segunda reforma de gran trascendencia fue la del sistema judicial, la primera en cien años. Con esta reforma se buscó agilizar los procesos, modernizar los tribunales y acercar la justicia a la gente. Lo fundamental se centraba en la implementación de un sistema de juicios orales, la creación de defensores públicos y la delimitación de las funciones de investigación y de sentencia entre fiscales y jueces.
En política internacional se desarrolló una intensa acción de diplomacia directa a través de un programa de giras presidenciales y cumbres de mandatarios (se realizó en Chile la segunda Cumbre de las Américas) y de la participación activa en el Grupo de Río y en el Mercosur como miembro asociado. Se iniciaron los contactos para el ingreso de Chile en tratados de libre comercio con Norteamérica y la Unión Europea, se incorporó al país en la Asociación de Países del Asia-Pacífico y se firmaron numerosos tratados bilaterales de libre comercio. Todo ello contribuyó a un fortalecimiento de la apertura comercial chilena, que llevó a un aumento de las exportaciones en un 10,6% como promedio entre 1994 y 1997.
Otro de los centros de atención del mandato de Frei fueron las infraestructuras, que apenas habían recibido impulso en los últimos 20 años. Para ello se diseñó un sistema de concesiones a empresas privadas de obras públicas, y se inició un programa de mejoramiento y ampliación de la red de carreteras, puertos y aeropuertos. A ello se puede agregar la construcción de una nueva línea del metro de Santiago, las inversiones en las caletas de pescadores y la ampliación de la electrificación y la telefonía rural. En cuanto a los programas de índole social, se logró reducir los índices de pobreza con programas especiales para el mejoramiento de las condiciones de vida en los sectores más desfavorecidos de las ciudades, y se realizaron importantes inversiones en salud, con nuevos hospitales y consultorios.
En el ámbito económico, Chile continuó mostrando una economía sólida y en crecimiento que, sin embargo, se vio duramente afectada por la crisis de los países asiáticos, uno de los mercados de importancia para Chile. La crisis hizo descender el ritmo de crecimiento y provocó un incremento del paro y el inicio de un conjunto de movimientos sociales que causaron intranquilidad social y política en el último año de su gobierno. A esto se añadieron los problemas en la producción de energía eléctrica, nuevo frente de dificultades para el gobierno. Las reivindicaciones de los pueblos indígenas, especialmente el mapuche, que demandaban la recuperación de sus tierras y su reconocimiento como cultura, fue otra fuente de problemas.
El último y mayor conflicto que debió enfrentar el gobierno de Eduardo Frei derivó de la detención en Londres del general Augusto Pinochet, quien detentaba el cargo de senador vitalicio. Este problema judicial causó un recrudecimiento de la polarización política, un incremento en las demandas por los casos de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar y serios problemas en las relaciones exteriores, ya que el gobierno hubo de asumir la defensa de Pinochet procurando su regreso al país, en un contexto argumental basado en la defensa de la soberanía y el principio de territorialidad de la justicia.
En 2009 Eduardo Frei Ruiz-Tagle volvió a postularse candidato a la presidencia de la República, de nuevo con la Concertación de Partidos por la Democracia, tras alcanzar el 64 % de los votos en las elecciones primarias de la coalición. En la primera vuelta de los comicios presidenciales, celebrada el 13 de diciembre, obtuvo el 29,6 % de los sufragios, con lo que quedó en segundo lugar, a la zaga de Sebastián Piñera, candidato de la derechista Coalición por el Cambio. En la segunda vuelta electoral, celebrada el 17 de enero de 2010, Frei obtuvo el 48,8 % de los votos frente al 51,6 % de Piñera, que se convirtió en el nuevo presidente.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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