Helen Frankenthaler
(Nueva York, 1928 - Darien, Connecticut, 2011) Pintora estadounidense cuya obra desempeñó un papel determinante en la evolución del expresionismo abstracto. Hija de Marta Lowenstein, emigrada desde Alemania, y de Alfred Frankenthaler, juez del Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, Helen Frankenthaler nació en el seno de una familia acomodada del Upper East Side de Manhattan. Se interesó por la pintura ya desde la infancia, y sus padres, receptivos a esa vocación, le procuraron una selecta educación en bellas artes.
Helen Frankenthaler
Después de graduarse en la Escuela Dalton (donde estudió arte con el pintor muralista mexicano Rufino Tamayo), se matriculó en el Bennington College (1946) del Estado de Vermont, donde coincidió con el crítico de arte Clement Greenberg, con quien mantuvo una relación sentimental y que resultó esencial para su primer descubrimiento de la pintura, y sobre todo con el pintor Paul Feeley, mentor artístico bajo cuya dirección aprendió todo lo relacionado con el cubismo de Picasso y Braque, lo que a la postre sería fundamental en su trayectoria posterior. También en Bennington tuvo como instructores a personalidades y escritores de la talla de Erich Fromm, Ralph Ellison y Kenneth Burke.
De la mano de Clement Greenberg, la joven Frankenthaler descubrió la producción de reputados artistas del momento: David Smith, Willem de Kooning, Franz Kline y, especialmente, Jackson Pollock, a una de cuyas exposiciones asistió en 1950. Ese mismo año pasó el verano bajo el magisterio de Hans Hofmann, catalizador del movimiento expresionista abstracto. Por esa misma época viajó varias veces a Europa, interesada en especial por la pintura del Quattrocento y los antiguos maestros.
Una de las obras más tempranas de Helen Frankenthaler obtuvo ya una repercusión inusitada: Las montañas y el mar (1952), pintada con sólo 23 años a la vuelta de un viaje a Nueva Escocia. Realizada con la técnica del dripping de Pollock, se trata de una pintura abstracta en la que la luz y el color diáfanos de las colinas, las rocas y el agua muestran un delicado equilibrio entre dibujo y pintura, al modo de una gran acuarela; la serie de manchas de colores azul, verde y rojo (que va desvaneciéndose en rosa) culmina en un evocador paisaje a base de amarillo ocre que se funde con el horizonte.
Las montañas y el mar constituye uno de los avances más significados ante el estancamiento que el arte americano venía sufriendo tras la eclosión de los expresionistas abstractos del periodo de entreguerras. No hay duda de la influencia de Pollock en lo que respecta al dripping (verter el pigmento directamente sobre la tela tendida en el suelo) y al gran formato (3 por 2,20 metros), pero la obra carece de aquella tensión y búsqueda que caracterizan el arte de Pollock. Establecida en su propio estudio, en 1953 llegaron a él los pintores Morris Louis y Kenneth Noland, para quienes el contacto con la artista resultó decisivo en su respectiva formación profesional y en su trayectoria como pintores coloristas.
Aunque la técnica de Frankenthaler era muy similar a la de Pollock, su enfoque era claramente más moderno. Frankenthaler desarrolló un método que fue bautizado como “campo de color” (color field) o “abstracción pictórica”, que resultó más afín con el paisajismo tradicional chino que con la Escuela de Nueva York de las décadas de 1940 y 1950. A diferencia de Pollock, Frankenthaler mezclaba aguarrás diluido en la pintura que derramaba sobre el lienzo para que el tejido de la tela se impregnara de él completamente; los colores que así conseguía se alejaban del enfoque gestual y la retórica romántica tan propia del expresionismo abstracto.
Otra particularidad de la pintura de Helen Frankenthaler es que era visualmente diversa; la artista no producía temas “en serie”, como sí pasaba con sus predecesores expresionistas abstractos o con los coloristas Morris Louis y Kenneth Noland. Cada una de sus obras se planteaba como una exploración independiente. A partir de los años 60 empezó a utilizar pinturas acrílicas y se introdujo en el arte de la litografía y los grabados, y con un éxito algo menor, en la escultura, después de pasar por el taller-estudio del escultor británico Anthony Caro en Londres. La Tate Modern de Londres guarda en su catálogo hasta treinta y ocho de sus grabados.
En 1958 contrajo matrimonio con el también pintor Robert Motherwell, de quien acabaría divorciándose en 1971; con Motherwell formó una de las parejas más conocidas y glamorosas del mundo del arte y la sociedad neoyorquina del momento. Más de dos décadas después, en 1994, volvió a contraer matrimonio, esta vez con Stephen M. Dubrul, un banquero de inversión que había formado parte del gobierno del expresidente Gerald Ford.
Galardonada en 1986 con el premio de Arte y Cultura de la Ciudad de Nueva York y en 2001 con la Medalla Nacional de las Artes, la obra de Helen Frankenthaler ha sido exhibida en galerías y museos de todo el mundo. De 1960 data una de sus exposiciones más relevantes: una retrospectiva de su obra con un catálogo realizado por el poeta y crítico literario Frank O'Hara. Cabe destacar también la exposición retrospectiva que tuvo lugar en 1969 en el Museo Whitney de Arte Americano, en un momento en que captaba ya el reconocimiento del gran público, y las nuevas retrospectivas que se vieron en el MOMA en 1989 y en el Guggenheim de Nueva York en 1997.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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