Willi Forst

(Viena, 1903 - 1980) Director de cine austríaco. Dedicado al teatro desde muy joven, actuó en escenarios de Alemania y de Austria. Su primer trabajo en el cine como actor se lo ofrece Hans Kothow en 1920, y a partir de entonces interviene en numerosas películas, varias de ellas dirigidas por Gustav Ucicky y Geza von Bolvary. Poco a poco va afianzándose en la industria austríaca y comienza a escribir guiones.

Su debut como director con Vuelan mis canciones (1933) le proporciona un enorme éxito y reconocimiento mundial. Considerada por muchos como la mejor película de la historia del cine austríaco, lleva a la pantalla un episodio de la vida del compositor Franz Schubert que explica cómo su famosa octava sinfonía quedó inacabada por culpa de su amor contrariado por la hija del conde Esterhazy. Con una extraordinaria participación en la banda sonora de la orquesta filarmónica de Viena, Forst consigue en su debut crear escuela y su influencia puede rastrearse en otras obras de la época. Está considerada, junto a Amoríos (1933) de Max Ophuls, como lo mejor de la producción austríaca de preguerra.

Al año siguiente repite fórmula y éxito con Mascarada (1934), protagonizada por otra estrella de la época, Paula Wessely. Un año después rueda en Alemania otra comedia, Las pícaras mujeres (1935), para los poderosos estudios UFA de Berlín. La situación de privilegio en la que le coloca Vuelan mis canciones permite a Forst fundar en 1936 su propia productora, la Willi Forst-Film, con la que produce la práctica totalidad de su filmografía. Entre sus obras más destacadas del período anterior a la Segunda Guerra Mundial destaca París 1900 (1939), elegante adaptación de la novela Bel Ami, del francés Guy de Maupassant.

La invasión alemana de Austria no paraliza su actividad y, en plena conflagración, produce y dirige Sangre vienesa (1942), comedia musical ambientada en el Congreso de Viena. En ella cuenta el despertar sentimental de un estirado diplomático alemán ante el poder de las artes amatorias vienesas. Forst continúa moviéndose durante toda su producción con gran elegancia por la comedia musical y, sobre todo, por el género austríaco por excelencia, la opereta. Durante toda su carrera como cineasta continúa dirigiendo e interpretando teatro, su gran pasión de juventud. En 1957 se retira definitivamente del cine.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].