Afanasi Fet
(Afanasi Afanásievich Fet; Novoselski, 1820 - Moscú, 1892) Poeta ruso, autor de poemarios como El panteón lírico (1840) y Fuegos tardíos (1883). Fue uno de los principales representantes de la corriente poética rusa perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX, que se denominó "del arte por el arte" y sirvió luego en parte de modelo a las nuevas tendencias correspondientes a los primeros años del siglo XX.
Afanasi Fet
Hijo de un propietario llamado Shenshin y de una alemana, cuyo matrimonio, contraído en el extranjero, no fue reconocido sino muy tarde (cuando Afanasi Afanásievich Fet contaba ya más de cincuenta años), vivió una existencia desprovista de acontecimientos, por cuanto ni aun su servicio militar, completamente normal, puede considerarse algo sobresaliente.
Sin embargo, aunque retirado en su propiedad rural, tuvo significativas amistades, entre ellas las de Turguenev y Tolstoi, quienes apreciaron además el valor artístico de su poesía lírica, expresión formalmente perfecta de una vida interior abundante en matices sentimentales, ya que no en profundas experiencias humanas. Poeta del amor y de la noche, según se le calificó, no fue ni es fácilmente afín a la concisión de los Sonetos de Shakespeare. Su última colección, Fuegos tardíos (1883), resultó para muchos lectores, luego de largos años de silencio, la revelación de un nuevo mundo poético.
Debido a su inspiración filosófica y a veces de difícil comprensión, Afanasi Fet conoció el éxito solamente en un pequeño círculo de iniciados, y sólo en los primeros años de 1900 su arte empezó a ser apreciado por el público. También la crítica quiso entonces ver en él uno de los mayores poetas rusos de todos los tiempos, comparándole a menudo con su contemporáneo Fiódor Tiútchev.
Afanasi Fet es un poeta "aristocrático", cultivador de ideas y de sensaciones elevadas, y no asombra por lo tanto el hecho de encontrar escrito en su prólogo a los Fuegos tardíos: "...por lo que se refiere a la masa de los lectores, la que forma la llamada popularidad, tiene perfectamente razón al mostrar indiferencia por mis versos; esta indiferencia es recíproca; no tenemos nada en común".
Fet se ve a sí mismo como un adorador de la belleza, solo y olvidado por los hombres, como lo es la misma belleza: "Solitario y en la sombra envuelto / arrobado la Belleza adoro: / ante su altar he encendido / estos últimos fuegos de mi crepúsculo". No le placen los cuadros complicados o los largos pensamientos: prefiere una sensación fugaz, una inesperada intuición filosófica traducida en palabras llenas de música, en un acorde musical breve, pero profundo.
La continua afirmación de la superioridad de la poesía, único refugio para los espíritus elegidos fuera del tiempo y del espacio, en el mundo de la Belleza, y un panteísmo místico e intuicionista son las notas características de la obra de Fet. En lo relativo a la forma, el verso de Fet alcanza a menudo una magnífica musicalidad, aunque quedando unas veces oscuro y descuidado, y otras exageradamente rebuscado. Con todo, la impresión general es la de una ligera y abierta espiritualidad. De este mantenedor del indisoluble binomio poesía-filosofía se dijo en los círculos literarios de la Rusia prerrevolucionaria: "Quien no ama la poesía de Fet, no sabe qué es la verdadera poesía".
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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