Gabriel Ferrater

(Gabriel Ferrater i Soler; Reus, 1922 - Sant Cugat del Vallès, 1972) Poeta español en lengua catalana. Especialista en matemáticas y en lingüística, crítico literario y artístico, es autor de una interesante obra poética, marcada por su oposición a la poesía romántica (Mujeres y días, 1968).


Gabriel Ferrater

Hijo de una familia burguesa, no asistió al colegio hasta la edad de diez años, educándose particularmente y con el apoyo de una respetable biblioteca familiar. En el otoño de 1938 marchó a Burdeos (Francia), donde su padre había sido nombrado consejero del consulado de España. Si hasta este momento sus lecturas literarias importantes habían sido Charles Baudelaire y Paul Valéry, Jorge Guillén y Carles Riba, desde entonces sumaría el conocimiento de los clásicos franceses: Montaigne, Jean Racine, François de La Rochefoucauld, Pierre Choderlos de Laclos y el cardenal de Retz. Por otra parte, aquella situación escolar poco regular le permitiría aprender a leer en inglés y en alemán y descubrir a grandes autores contemporáneos como James Joyce, André Gide, Ernst Jünger y Henry de Montherlant.

En 1941, tras su regreso a España, esta formación se iría ampliando con lecturas de filosofía (en particular, sobre la fenomenología alemana y la obra de José Ortega y Gasset). En el otoño de 1947 Gabriel Ferrater inició sus estudios de Ciencias Exactas en la Universidad de Barcelona, se introdujo en el pensamiento matemático y en la filosofía analítica y comenzó a relacionarse con un grupo de pintores barceloneses.

De esta relación y de una visita al Museo del Prado surgió su interés por la pintura, sobre la cual versarían sus primeros escritos, aparecidos en la revista Laye, de cuya sección de crítica de arte fue responsable entre 1951 y 1953. Por esos mismos años inició su relación con el poeta y helenista Carles Riba, quien, separado de la universidad tras la Guerra Civil, impartió su magisterio privadamente en tertulias formadas fundamentalmente por poetas e intelectuales. Al mismo tiempo entabló amistad con los poetas Jaime Gil de Biedma y Carlos Barral.

Esta relación con los poetas y la lectura de los ingleses Shakespeare, John Donne, Thomas Hardy y W. H. Auden, del alemán Bertolt Brecht y de los clásicos medievales (principalmente Ausiàs March) reavivaron en él su antiguo interés por la literatura, de modo que, entre 1953 y 1964, la práctica de la poesía constituyó su dedicación principal, sólo compartida con los inevitables trabajos editoriales (informes de lectura) y traducciones (de Ernest Hemingway, Peter Weiss, Hjalmar Söderberg, Ernst Gombrich y Manfred Bierwich al castellano para la editorial Seix Barral) que le permitieron subsistir y que continuaría realizando durante toda su vida.

Su obra poética, escrita en catalán, es de aparición tardía y, aunque breve, manifiesta una plena madurez. La poesía de Gabriel Ferrater es de tesitura clásicamente didáctica y su aportación a la poética de su tiempo consiste en la formulación de una experiencia moral problemática, presentada a través de un correlato objetivo de figuración realista y tejida en una controlada estructura formal métricamente estricta, de léxico preciso y de sintaxis lógica. Los temas de la poesía ferrateriana provienen de la observación (y autoobservación) del efecto de las acciones y pasiones humanas, inscritas en el marco de una historia tanto individual como colectiva, lo cual da a su poesía un alto valor testimonial. Por otra parte, sus mejores poemas consiguen un intenso grado de patetismo debido a la sinceridad y a la lucidez con las que se expone o comunica una experiencia tan personal e íntima como irrefutable.

En 1960 publicó Da nuces pueris, su primer libro de poemas, que supuso una sorpresa en el ámbito literario catalán a causa de su originalidad. El escritor rompió con los esquemas tradicionales (de lenguaje y forma) de la poesía catalana de las últimas décadas, ya que trató en un tono muy poco convencional un conjunto de temas (como la guerra civil, el erotismo o una nueva moral) que, en buena parte, habían sido obviados por la poética de la posguerra. El poema In memoriam se cuenta entre los más significativos del libro.

Menja't una cama (Cómete una pierna), de 1962, siguió la misma línea, aunque incidiendo mayormente en el tema erótico. No obstante, hay que tener en cuenta que sus poemas hablan de un "erotismo moral" muy distinto del tradicional arrebato romántico. Teoria dels cossos (Teoría de los cuerpos), de 1966, fue su último libro; se trata de una obra compuesta por tres partes, una de las cuales es una larga composición titulada "Poema inacabat", donde se aprecia la influencia de autor medieval francés Chrétien de Troyes.

En Les dones i els dies (Mujeres y días, 1968) reunió los poemas de los tres libros anteriores, evidenciando en el título los temas principales de su poesía: las relaciones humanas, el amor y la amistad y el paso del tiempo, que constituye una verdadera obsesión en Ferrater. Todo ello conduce a una visión del mundo escéptica y racionalista, con cierta tendencia al pesimismo. La poética de Gabriel Ferrater se inscribe dentro de cierto tipo de realismo de carácter narrativo que busca la expresión de la experiencia moral. Se trata, en definitiva, de una poesía antirromántica, expresada en un lenguaje cercano al coloquial y centrada en los contenidos.

En 1964, después de haber vivido un año en Hamburgo (Alemania), donde trabajó en la editorial alemana Rowolth, Gabriel Ferrater volvió a Barcelona y ocupó el cargo de director literario de la editorial Seix Barral, cargo que abandonó pronto por los ya familiares trabajos eventuales que, aunque le proporcionaban escasa renumeración, le dejaban el margen de libertad necesario para la dedicación a la que sería su última actividad, la lingüística. En 1962 se había matriculado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona, e inició por entonces sistemáticas lecturas de gramática catalana, que afirmaron su interés por la filología y por la lingüística.

A su ya amplio conocimiento de lengua añadió el de los teóricos de la lingüística contemporánea: estudió el transformacionalismo generativista de Noam Chomsky (de quien tradujo al español Cartesian Linguistics), el estructuralismo de Émile Benveniste y de Leonard Bloomfield (de cuya obra Language tradujo los capítulos descriptivos) y a otros lingüistas, convirtiéndose en uno de los primeros especialistas introductores de esta disciplina en España; por ello, en 1968 fue contratado por la Universidad Autónoma de Barcelona como profesor de Lingüística y Crítica Literaria, lo cual institucionalizó una actividad docente que Ferrater ya había ejercido a partir de 1967, a través de cursos ocasionales y de una notable actividad de conferenciante y ensayista, tanto de temas de lingüística como literarios.

Al campo lingüístico pertenecen los artículos que, con el título genérico de De causis linguae, publicó entre 1969 y 1972 en la revista catalana Serra d'Or, así como las notas escritas para su curso de 1971-1972 sobre una gramática transformacional del catalán, cuya formulación definitiva hubiera sido su trabajo de mayor envergadura lingüística y que su suicidio interrumpió. Su obra ensayística fue publicada póstumamente, reunida por temas y en diferentes libros: Sobre literatura (1979), La poesía de Carles Riba (1979), Sobre pintura (1981) y Sobre el llenguatge (1981). También fueron editados diversos escritos ocasionales y documentos de carácter privado y periodístico en un libro titulado Papers. Cartes. Paraules (1986). El último título póstumo publicado fue J. V. Foix i el seu temps (1987).

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en [página consultada el ].