Fernando de Aragón
(Valencia, 1329 - Burriana, 1363) Infante de Aragón. Dirigió la Unión Valenciana durante la sublevación contra su hermanastro Pedro IV el Ceremonioso. Vencido en la batalla de Épila (1348), pasó a Castilla, donde en 1356 apoyó a Pedro I el Cruel en la lucha contra el monarca aragonés. En 1360 fue nombrado comandante supremo de las tropas de Enrique de Trastámara en Aragón.
El infante Fernando fue el primogénito de Alfonso IV el Benigno de Aragón (1327-1336) y de su segunda esposa, Leonor de Castilla. Gracias a Leonor de Castilla, en 1330 obtuvo de Alfonso IV el marquesado de Tortosa (Tarragona) y de Camarasa (Lleida) y las donaciones en feudo de Alicante, Novelda (Alicante), Xátiva (Valencia), Valle de Elda (Alicante), Guardamar del Segura, Orihuela, Albarracín (Teruel), Alzira (Valencia), Murviedro, Morella (Castellón), Burriana, Oriola y Castellón de la Plana, lo que despertó la oposición de la población valenciana, que se negó a reconocerlo, por considerarlo contrafuero al corresponder por herencia a Pedro IV el Ceremonioso los territorios donados y porque de este modo el brazo real quedaba debilitado políticamente; ante tal oposición, Alfonso IV revocó dichas concesiones en 1332.
En 1335, poco antes de la muerte de su padre (1336), tuvo que huir en compañía de su madre y de su hermano Juan a Castilla, donde fue acogido por Alfonso XI de Castilla y León, llamado el Justiciero. Prestó auxilio a su hermanastro Jaime, conde de Urgell, en su intento de conseguir el trono, y a la muerte de éste (1347) pretendió asumirlo él, ya que el rey Pedro IV de Aragón el Ceremonioso, al carecer de herederos masculinos, pretendía nombrar sucesora a su hija mayor, Constanza. Este mismo año regresó al frente de varios contingentes de tropas castellanas a la Corona de Aragón, donde encabezó la Unión contra Pedro IV; fue derrotado en la Batalla de Épila (1348) y hecho prisionero, aunque gracias a la intervención de los castellanos fue puesto en libertad.
A su regreso a Castilla participó en los conflictos habidos tras el ascenso al trono de Pedro I de Castilla el Cruel (1350-1369), momento en el que asumió el cargo de consejero de Castilla. En 1354 contrajo matrimonio con la hija del rey de Portugal Pedro I el Justiciero (1357-1367) y de Constanza, la infanta María de Portugal. Al declararse la llamada Guerra de los Dos Pedros (1356-1369), que enfrentó a Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, puso en poder del rey castellano la región de Alicante; pretendió resucitar la Unión en Valencia, pero sus intentos fracasaron; finalmente se mostró partidario del rey Pedro IV tras haber sido ocupada la ciudad de Alicante (1357), a cambio del nombramiento de procurador general del reino y de la posibilidad de obtener la sucesión al trono en caso de que el rey no tuviese descendencia masculina. Esta renuncia a la causa castellana provocó la ira de Pedro I de Castilla, quien mandó asesinar a la madre y hermano del infante Fernando, que todavía permanecían en Castilla.
En 1359 se hizo cargo de la defensa fronteriza del reino de Aragón y al año siguiente pasó a ser miembro del consejo de guerra de Pedro IV de Aragón, quien le ofreció su respaldo en Castilla, plasmado en 2.500 caballeros, y le otorgó el mando de las tropas aragonesas en la frontera castellano-aragonesa, a cambio de la concesión del reino de Murcia. Reiniciadas las hostilidades con Castilla, se encargó de dirigir la campaña que concluyó con la firma del Pacto de Murviedro (1363). Las disputas con Enrique de Trastámara, futuro Enrique II de Castilla, la derrota sufrida en 1363 y la acusación recibida de haber substraído parte de los fondos reales hicieron que Pedro IV de Aragón ordenase su detención y muerte.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
[fecha de acceso: ].