Diego Fernández de Córdoba
(Diego Fernández de Córdoba, primer marqués de Guadalcázar; Sevilla, 1578 - Guadalcázar, Córdoba, 1630) Administrador colonial español. Virrey de Nueva España (1612-1621), fundó diversas ciudades (Córdoba y Lerma) y reprimió una insurrección de los indios tepehuanes. Nombrado en 1622 virrey del Perú, cargo que desempeñó hasta 1629, puso fin a las luchas civiles que desangraban el Potosí y combatió con éxito a los corsarios.
Diego Fernández de Córdoba
En 1598 desarrolló su primera función diplomática como embajador extraordinario al acompañar a Madrid a Margarita de Austria-Estiria (hija del archiduque Carlos de Estiria y de María de Baviera) para contraer matrimonio con el rey Felipe III (1598-1621). En 1609 Felipe III le concedió el marquesado de Guadalcázar.
En 1612 substituyó a Luis de Velasco y al interino Francisco García Guerra en el virreinato de Nueva España, cargo por el que, debido a su positiva actuación, recibiría el sobrenombre de El buen virrey. Diego Fernández de Córdoba realizó obras de canalización y desecación del valle de México, desde Chapultepec hasta el barrio de San Cosme (México), gracias a la labor del ingeniero Adrián Boot y a la colaboración de Enrico Martín; impulsó la construcción del acueducto que unía Santa Fe con Maríscala y diversas obras públicas; y fundó las villas de Lerma (1613), Córdoba (1618) y San Pedro de Guadalcázar en San Luis de Potosí.
El marqués de Guadalcázar fortificó además Acapulco contra los ataques de la flota holandesa, y consiguió poner fin a la rebelión de los indios tepehuanes en Sinaloa y Durango. Creó asimismo el obispado de Durango y aprobó la explotación de perlas de California, que fue encomendada a Tomás Cardona, quien, a su vez, envió a Nicolás y Juan de Iturbe (1615 y 1616, respectivamente).
Como reconocimiento a su gestión, en 1622 fue nombrado virrey de Perú. En el virreinato de Nueva España fue sucedido por Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel, marqués de Gelves y conde de Priego; en el virreinato de Perú, Diego Fernández de Córdoba sucedió al príncipe de Esquilache, Francisco de Borja y Aragón.
Durante el virreinato peruano puso fin a las disputas civiles entre vicuñas y vascongados en Potosí (Bolivia); defendió el puerto de Lima de los continuos acosos de los piratas franceses e impidió el desembarco de Jacques L’Hermite, que tras haber bloqueado el puerto de El Callao (1624), asedió Lima. En 1625 promovió un auto de fe que concluyó con numerosas ejecuciones; a Fernández de Córdoba se debe también el inicio de la edificación de la catedral de Lima y la fundación de la ciudad de Santa Catalina de Guadalcázar (actual Moquegua). En 1629 abandonó el cargo y fue substituido por el conde de Chinchón, Luis Fernández de Cabrera Bobadilla Cerda y Mendoza.
Cómo citar este artículo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «».
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en
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