José María España
(La Guaira, Vargas, 1761 - Caracas, 1799) Militar y político venezolano que protagonizó, junto con Manuel Gual, la llamada «conspiración de Gual y España» (1797), primera intentona independentista venezolana que precedió a las tentativas también fallidas de Francisco de Miranda.
José María España
Hombre de una amplia cultura, José María España conoció tempranamente la filosofía política de la Ilustración y se empapó del ideario liberal surgido de la Revolución Francesa. En 1793 fue nombrado Teniente Justicia Mayor de la población costera de Macuto, cargo que le permitió dejar en libertad a los españoles Manuel Cortés, Juan Bautista Picornell y los hermanos Lax, que habían sido deportados desde España a Venezuela por sus ideas revolucionarias y se hallaban presos en las bóvedas de La Guaira.
José María España y otro coterráneo suyo, Manuel Gual, conspiraron con los citados reos para organizar un movimiento revolucionario, conocido posteriormente en la historiografía como la «conspiración de Gual y España». Este movimiento, de gran repercusión en La Guaira, Caracas y otras poblaciones del país, ha sido considerado como uno de los más importantes proyectos independentistas de la América colonial, tanto por el número de participantes como por las revolucionarias propuestas que allí se formularon; se hicieron circular textos y documentos que contenían la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, así como máximas republicanas y un discurso dirigido a los americanos, todo lo cual tendría una considerable influencia en el movimiento emancipador de Hispanoamérica.
Descubiertos por una delación, José María España, junto con otros implicados, escapó a las Antillas (1797), donde entró de nuevo en contacto con Manuel Gual. Luego viajó a Barcelona, y en 1799 regresó secretamente a La Guaira y se ocultó en su hogar, desde donde intentó organizar una sublevación de los esclavos negros de su propia hacienda de cacao de Naiguatá.
Tras ser denunciado por uno de sus esclavos, José María España fue descubierto y hecho prisionero. Se le trasladó a Caracas, donde fue juzgado y condenado a muerte por el delito de sedición. La sentencia disponía que se le cortara la cabeza y que su cuerpo fuera descuartizado; que la primera, encerrada en una jaula de hierro, fuera exhibida en La Guaira, y el resto de su cuerpo en otros lugares. Así se hizo.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
[página consultada el ].