Epaminondas
(Tebas, c. 418 a.C. - Mantinea, 362 a.C.) Militar y estadista tebano. Las innovaciones tácticas introducidas en las operaciones bélicas por Epaminondas le permitieron obtener la victoria sobre los ejércitos espartanos en la batalla de Leuctra (371 a.C.) y poner fin a la prolongada hegemonía de Esparta sobre la península y las islas griegas. Epaminondas perfeccionó el arte militar adoptando una nueva posición de falange a la que ha de atribuirse el éxito de sus campañas. Aliadas Atenas y Esparta contra Tebas, fue muerto en la batalla de Mantinea (362 a.C.), con la que finalizó el breve período de preponderancia tebana.
Epaminondas
Las Vidas paralelas de Plutarco comenzaban con las biografías de Epaminondas y Escipión el Africano; lamentablemente, esa parte de la obra no ha llegado hasta nosotros, de forma que las principales informaciones de que disponemos se reducen a la breve biografía de Cornelio Nepote y a algunas referencias de Plutarco. En general, la tradición ennobleció e idealizó la figura de Epaminondas, adornándola con toda clase de virtudes. Parece ser que recibió una cuidadosa formación: estudió filosofía y oratoria con Lisias de Tarento, filósofo de la escuela de Pitágoras, y aprendió música y danza con los mejores maestros de su tiempo; con rasgos como la sobriedad, la honestidad, la nobleza y el amor a la patria se compuso el retrato de su personalidad.
En el año 379 a.C., liberadas las ciudades de Beocia del dominio espartano, se fundó la Liga Beocia, gobernada de forma colegiada por once magistrados (los beotarcas) elegidos por cada distrito de la región y renovados anualmente. En el 371 a.C., Epaminondas fue elegido beotarca por primera vez y participó en una conferencia de paz en la que rechazó tajantemente los planteamientos de Esparta, que pretendía que se concediese la autonomía a las ciudades bajo control tebano. Ello desató las hostilidades entre Esparta y Tebas.
Cuando, ese mismo año, el rey espartano Cleómbroto I marchó contra Tebas, que se vio obligada a enfrentarse por sí sola a Esparta y sus aliados, Epaminondas, al mando del ejército tebano, puso en práctica una novedad táctica consistente en la formación de profundas líneas de ataque que operaban en orden oblicuo, es decir, en cuña, colocando en su lado más avanzado las tropas de élite. Tal innovación se reveló de una eficacia temible: los espartanos fueron aniquilados en la llanura de Leuctra, y Tebas obtuvo la supremacía en la Grecia central. Después de esta batalla Epaminondas se convirtió en el hombre fuerte de la Liga Beocia y de su capital, Tebas, junto con su fiel amigo el general Pelópidas, siendo reelegido beotarca casi todos los años hasta su muerte.
Cuando la Liga de Arcadia, confederación de ciudades-estado griegas en el Peloponeso central, entró en conflicto con Esparta, Epaminondas llevó a cabo su primera expedición al Peloponeso, donde el poder de Esparta había sido siempre incontestable. Insólitamente, pues contrariaba los hábitos de combate de la época, la campaña se desarrolló en invierno, entre el 370 y el 369 a.C. Con la intención de crear en Mesenia un Estado rival de Esparta, liberó a los mesenios de su sometimiento a los espartanos y dio la independencia a Mesenia. Con análoga intención ayudó a los arcadios a fundar Megalópolis como capital de la Liga de Arcadia.
En los años 368 y 366 a.C. Epaminondas emprendió una segunda y tercera expedición al Peloponeso. En la tercera fue acogido por las facciones democráticas a las que apoyó en toda la región de Acaya, cuyas ciudades se entregaron sin resistencia, lo mismo que Naupactos y Calydonia, si bien parte de ellas acabarían pasándose a Esparta. En el 366 a.C. se firmó la paz que reconocía a Mesenia como Estado, y a partir de entonces Epaminondas, dándose cuenta de que Tebas era un Estado fuerte por tierra pero sin flota, se dedicó a crear una marina capaz de equilibrar el poderío ateniense. En el 364 a.C. llevó a cabo su primera expedición naval con cien trirremes; atacó al parecer Quíos, Bizancio, Heraclea Póntica y Rodas, sin lograr establecimientos permanentes.
En su cuarta y última expedición al Peloponeso, en el 362 a.C., Epaminondas hubo de combatir contra una liga que incluía, junto a otros poderes, a Esparta y Atenas, aliadas para hacerle frente. Además de las huestes beocias, el ejército de Epaminondas contaba también con importantes contingentes de sus aliados. Su plan era separar a los enemigos para batirles sucesivamente, pero informes inexactos y movimientos imprevistos dificultaron su propósito. Finalmente, después de diversas vicisitudes, ambos ejércitos quedaron concentrados en Mantinea, donde, el 27 de junio de 362 a.C., se desarrolló la batalla final. Valiéndose de la misma formación de ataque con la que había vencido en Leuctra, Epaminondas estuvo a punto de repetir su éxito; pero, tras ser alcanzado por una lanza en medio de los combates, su muerte desmoralizó a sus tropas y evitó una victoria completa. La derrota de Mantinea terminó con la efímera pujanza de Tebas.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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