Enrique de Borgoña
(Dijon, Francia, c. 1057 - Astorga, España, 1114) Conde de Portugal (1097-1114). Nieto de Roberto I, duque de la Baja Borgoña, luchó en España al servicio de Alfonso VI de Castilla y León, a quien ayudó en las tareas de reconquista frente a los musulmanes. Hacia 1095 casó con una hija natural del monarca, Teresa, por lo que le fue entregado en calidad de dote el condado de Portugal, cuyo territorio quedó delimitado por los ríos Tajo y Miño.
Enrique de Borgoña
La entrega del condado se efectuó como feudo de la Corona con derecho hereditario, de la misma forma en que se produjo la cesión del condado de Galicia a su primo, Raimundo de Borgoña. Enrique de Borgoña alcanzó un poder semejante al de un príncipe; en los documentos se le designa como «comes» o bien como «regnante», aunque nominalmente dependía de la Corona de Castilla.
Tras la muerte de Alfonso VI, Enrique de Borgoña procuró aumentar su independencia respecto a los monarcas castellanos, para lo cual intervino en las gestiones diplomáticas y en las intrigas a que dieron lugar las desavenencias entre Alfonso I de Aragón y su esposa la reina Urraca I de Castilla y León; en esta época sus tentativas separatistas aumentaron las tensiones en Castilla.
Durante el gobierno de Enrique de Borgoña aumentó la prosperidad del condado portugués y se amplió su territorio merced a la conquista de varias plazas musulmanas. La fortaleza adquirida por Portugal en este periodo posibilitaría el acceso a su independencia, materializada en 1139 por su hijo Alfonso I Enríquez, primer rey de Portugal.
Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «» [Internet].
Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en
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